Miles de trabajadores de Opel en Alemania se manifestaron hoy ante la sede de la compañía exigiendo a General Motors que ‘se olvide’ de los planes de cierre de plantas en Europa.
La crisis mundial está haciendo mella en el sector de la automoción, y General Motors y sus marcas europeas -Opel, Saab- no son ajenas a las dificultades. Además de la caída de la demanda y de las ventas de vehículos que ha sufrido el sector, Opel se ha visto perjudicada por las dificultades financieras de su matriz, General Motors, que está luchando por su propia supervivencia.
La delicada situación Opel, que podría necesitar más de 3.000 millones de euros hasta 2011 para salir a flote, no consigue poner de acuerdo a los líderes políticos alemanes acerca de una posible intervención del Gobierno para rescatar al fabricante.
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