El índice de confianza de los consumidores de Estados Unidos, que se redujo ligeramente en el pasado mes de enero, ha experimentado en febrero una caída importante, situándose en el 25%, su mínimo histórico desde que la Conference Board empezó a elaborar esta estadística en 1967, siendo 1985 el año en que se alcanzó el máximo de 100%.
En febrero, la confianza de los consumidores estadounidenses se colocó en un 37,4%, dato que se extrae de la confianza en el momento actual, que bajó en los 18 primeros días del segundo mes del año del 29,7% al 21,2%, y del índice de expectativas, que se redujo del 42,5% al 27,5%.
Este estudio, que realiza mensualmente TNS, la mayor compañía de encuestas del mundo, para la Conference Board, tiene en cuenta una muestra representativa de 5.000 hogares estadounidenses.
Lynn Franco, director del centro de investigación del consumidor de la Conference Board, explicó que "el descenso en el índice de confianza en la situación actual se explica por el empeoramiento de las condiciones de negocio y un mercado laboral que se deteriora rápidamente", añadiendo que en cuanto a las perspectivas de futuro "ha aumentado la preocupación sobre el desempleo, las condiciones de negocio y los ingresos".
Por si esto fuera poco, Franco lamentó que "las expectativas de inflación, que habían disminuido en los últimos meses, han aumentado moderadamente", por lo que los consumidores se dan cuenta de lo "nefastas y desconcertantes" que son las condiciones del mercado y "no prevén mejorías en los próximos seis meses".
El porcentaje de consumidores que opinaron que las condiciones de negocio son "malas" aumentó de 47,9% a 51,1%, mientras que, paradójicamente, los que afirmaron que son "buenas" pasaron de 6,5% a 6,8%.
MÁS PESIMISMO SOBRE EL MERCADO LABORAL
En cuanto a la opinión de los consumidores sobre el mercado laboral, la estadística reflejó un mayor pesimismo, ya que los que piensan que es "difícil" conseguir empleo son el 47,8%, frente al 41,1% de enero. Además, los que aseguraron que hay "abundantes" trabajos pasaron del 7,1% al 4,4% de enero a febrero.
El estudio de TNS refleja que las previsiones a corto plazo por parte de los consumidores son significativamente más negativas en febrero. Según estos últimos datos, un 40,5% de los encuestados cree que las condiciones de negocio empeorarán en los próximos seis meses, frente al 31,1% que lo pensaba en enero. En cuanto al número de personas que creen que estas condiciones mejorarán, ahora son sólo el 8,7%, mientras que el mes pasado eran el 12,8%.
Este pesimismo se refleja también en las previsiones de empleo de los consumidores. Un 47,3% cree que habrá menos empleo dentro de medio año, frente al 36,9% que lo creía en enero. Sólo el 7,1% cree que habrá más puestos de trabajo en agosto, frente al 9,1% que lo creía el mes pasado, mientras que la proporción de consumidores que espera un aumento de sus ingresos se redujo del 10,3% al 7,6%.
Los comentarios están cerrados.