La economía española, víctima de la crisis económica global y del estallido de la burbuja inmobiliaria, podría llegar a tener que enfrentarse con una depresión nunca vista desde los años 30, según advierte el diario británico Financial Times.
En un reportaje titulado El dolor en España -The pain in Spain-, el rotativo señala que "como el resto de Europa, España encara la perspectiva de algo peor que una recesión, una depresión de un tipo nunca visto desde 1930", y advierte de que los primeros síntomas de recuperación podrían no hacerse notar "al menos hasta la primavera de 2010".
En el caso de España, recuerda que la tasa de desempleo es la más alta de la Unión Europea y que ya hay más de tres millones de personas en paro, mientras que apunta que las principales compañías del sector inmobiliario del país, agrupadas en el denominado G-14, no iniciaron la construcción de ninguna vivienda en el pasado mes de diciembre.
Asimismo, el periódico apunta que los bancos españoles "pueden haber esquivado lo peor de la crisis subprime de EEUU, pero tienen sus propios problemas", puesto que cuentan con miles de millones en créditos que podrían transformarse en "malos" en su propio país.
De este modo, FT afirma que, aunque los analistas económicos no se ponen de acuerdo en pronosticar cuánto se contraerá la economía española en 2009, todos están de acuerdo en augurar que la recesión será "profunda y dolorosa".
Fernando Ballabriga, profesor de la escuela de negocios ESADE, pronostica que la dinámica potencial de la actividad económica española en los trimestres venideros tendrá "forma de L", lo que implica una pronunciada caída de la actividad en 2009, y quizá en 2010, para después mantenerse plana.
El presidente de Fibanc, Carlos Tusquets, admite que la dependencia del sistema financiero español del mercado interbancario y de la colocación de titulizaciones en el exterior provoca que "debido a la crisis de crédito ahora se sufra mucho para obtener financiación exterior".
Por su parte, el líder de CiU, Artur Mas, sugiere la necesidad de acometer algunas reformas como en el caso del mercado laboral, la Administración pública, el sistema fiscal y el modelo productivo, pero se muestra poco optimista respecto a la voluntad del Gobierno de llevarlas a cabo, por lo que vaticina que el país tendrá "un poco más difícil" salir de la crisis.
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