La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, explicó ayer que, en un contexto de crisis económica, los Veintisiete apuestan por impulsar la formación de los jóvenes y mejorar sus capacidades ‘de manera que correspondan, de una forma más adecuada, a las necesidades presentes y futuras del mercado de trabajo’ y, desde esta perspectiva, aseguró que la reforma de la Formación Profesional (FP) puesta en marcha por el Gobierno ‘va a permitir la recualificación de un amplio número de personas que actualmente se encuentran en situación de desempleo’.
‘Es más importante que nunca que destaquemos la contribución de los jóvenes a la sociedad y, por otra parte, los Estados miembros debemos reforzar también ahora más que nunca todos nuestros esfuerzos para que los jóvenes no sean particularmente vulnerables ante el deterioro de la situación económica’, explicó Aído en rueda de prensa al término del Consejo de Ministros de Juventud de la Unión Europea, celebrado ayer en Bruselas.
Dado que los Veintisiete reconocen que ‘frecuentemente’ son los jóvenes los que más sufren una situación laboral precaria, en un contexto de crisis deben ‘aumentar sus esfuerzos para facilitar una transición tranquila de los jóvenes’ cuando cambien de ciclos educativos o para pasar de una situación de desempleo a su integración en el mercado laboral a la hora de implementar el Pacto Europeo por la Juventud, según las conclusiones hoy adoptadas por los Veintisiete. Se trata de uno de los dos ‘mensajes clave’ que los ministros quieren incorporar al Consejo Europeo de primavera que estará centrado en abordar el desempleo en la Unión.
De manera muy especial, subrayan la necesidad de mantener el acento en ‘medidas estructurales coordinadas a medio y corto plazo que beneficien especialmente a los jóvenes’ para combatir el desempleo juvenil y tener en cuenta ‘las necesidades de los jóvenes que se incorporan o para mantenerse dentro del mercado laboral’ a la hora de aplicar en sus programas el principio de ‘flexiseguridad’.
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