Las empresas de telefonía móvil se enfrentan con más optimismo que otras a los duros momentos económicos de la actualidad, confiadas en que muchas personas en el mundo tienen, al menos, un terminal.
"Estoy segura de que los teléfonos móviles son parte de la vida de la gente; es un sector más resistente que otros", dijo Margaret Rice-Jones, directora general de Aircom, una firma de consultoría en comunicaciones. "La gente necesita comer, por eso les va bien a las tiendas de alimentos. La gente se pone enferma, por eso a la atención médica le está yendo bien. La gente necesita comunicarse, por eso le va bien a las telecomunicaciones", explicó.
Encontrar un lugar para apostar por el futuro del sector es muy posible ahora en Barcelona, donde unos 50.000 directivos de importantes fabricantes de teléfonos móviles, empresas de telecomunicaciones y compañías de alta tecnología participarán desde hoy, durante cuatro días en el llamado Congreso Mundial de Móviles que se celebra en la ciudad condal.
Aunque resistente, la industria de las telecomunicaciones inalámbricas no es inmune a la desaceleración económica. Los fabricantes de aparatos Nokia y Motorola están eliminando puestos de trabajo, al igual que el fabricante de microprocesadores Intel y el gigante informático Microsoft.
Debido a que mucha gente tiene como mínimo un terminal, los analistas creen que la venta de aparatos podría disminuir entre un 20% y un 30% en 2009. Sin embargo, Lars-Christian Weisswanger, ejecutivo del fabricante HTC, prevé un aumento de la venta de teléfonos inteligentes tipo PDA.
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