El fabricante de automóviles General Motors (GM), cercano ya el cumplimiento del plazo fijado por el Gobierno de EEUU para que la compañía presente su plan de reestructuración, estudia pedir más dinero o declararse en bancarrota, afirmó ayer el diario The Wall Street Journal.
A finales del año pasado el Gobierno prestó a General Motors 13.400 millones de dólares, y otros 5.000 millones a Chrysler, para evitar su bancarrota, y les dio de plazo hasta el 16 de febrero para que presentasen sus respectivos planes de viabilidad económica.
Por otra parte, el portal de información financiera MarketWatch afirmó que las conversaciones entre el fabricante y el Sindicato de Trabajadores del Automóvil, United Auto Workers (UAW), se suspendieron cuando la central sindical dio marcha atrás en determinados puntos a favor de GM.
Según The Wall Street Journal, la complicada situación del fabricante de coches representa ‘un dilema para el Congreso y el Gobierno de Obama’. ‘Si se le niega una ayuda adicional, se corre el riesgo de que un icono de la industria estadounidense caiga en bancarrota’.
El WSJ señaló que GM pedirá más dinero para su plan de viabilidad, aunque sin detallar la cuantía. Algunos funcionarios del Departamento del Tesoro creen que necesita, como mínimo, otros 5.000 millones de dólares para continuar sus operaciones más allá del primer trimestre" de este año.
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