A uno le dejó perplejo la incomprensible eliminación para el año 2008 de las ayudas al Plan Prever, que subvenciona la entrega de coches antiguos en la compra de un coche nuevo. No me vale decir que suponía un excesivo gasto público la subvención de estos vehículos viejos cuando se entregan en la compra de uno nuevo, ya que la retirada de estos vehículos produce una serie de beneficios que comentaré a continuación:
Primeramente, y en el período de crisis en el que estamos, ayudaría a dar un empujón positivo al consumo en el segmento de población más afectado por la decisión de posponer la compra, aquel que no tiene un nivel de renta alto y que la valoración del coche usado le ayuda a tomar la decisión de compra, mucho más que dar una ayuda a compradores o vendedores universalizada, que a determinados segmentos con capacidad económica mayor no les ayuda a tomar la decisión de comprar un nuevo vehículo, pues ya la tenía tomada con o sin ayuda estatal.
Por ende esta ayuda a mantener más alto el consumo en unos momentos de regulaciones de empleo en el sector reportaría beneficios para el crecimiento económico y el empleo, además este crecimiento repercute también en los ingresos del Estado vía IVA e impuesto de matriculación cuando menos mitigan sino igualan el efecto de incremento de gasto fiscal consecuente de la subvención al Plan.
Desde un punto de vista ecológico que vamos a comentar, retirar un coche viejo que emite a la atmósfera cantidades de CO2 muy superiores a las que emiten los nuevos vehículos con unas tecnologías muchísimo más avanzadas en lo referente a la contaminación atmosférica, además de las intrínsecas al normal deterioro por el paso del tiempo de los vehículos viejos.
Desde un punto de seguridad, tenemos la certeza de que una gran parte de los accidentes que se deben a fallos de los vehículos vienen propiciados por defectos en dichos vehículos y, mayoritariamente, suceden en los parques de coches de más antigüedad. Cualquier esfuerzo en la mejora de la seguridad es poco, y cualquier medida para evitar accidentes y sus secuelas bien valdría por sí sola el aumentar los gastos fiscales en subvenciones al plan prever.
Por otra parte, el Plan Prever contribuye a la recogida ordenada de vehículos viejos, que de no tener estímulo para su retirada se abandonarán en las calles y prados de nuestra geografía, sin que quede constancia para la administración para su seguimiento, incurriéndose en gastos de administración para las administraciones estatales, autonómicas y municipales que como ejemplo continuarán emitiendo recibos de circulación de vehículos. Su abandono irá asimismo en contra de la seguridad, ya que piezas en mal estado podrán servir para equipar a otros vehículos, darán ocasión a los malhechores a hacerse con facilidad de matrículas de vehículos para poder duplicarlas y, por último, trasladará al parque automovilístico el “Síndrome de Diógenes”.
Probablemente si siguiésemos pensando encontraríamos más razones para mantener el Plan Prever, pero creo que con las mencionadas son suficientes para que el Gobierno recapacite y nos devuelva el mencionado Plan por una larga temporada.
Para finalizar, y teniendo en cuenta la situación de crisis del sistema financiero, se debería complementar la ayuda del Plan Prever con una línea de crédito directa al consumidor para potenciar aún más la venta de vehículos y así podríamos evitar la gran cantidad de Eres que se nos ciernen encima.
Juan A. Zuriarrain Fernández, Presidente de la Confederación de Cuadros y Profesionales
Los comentarios están cerrados.