Cientos de trabajadores llevarán hoy a cabo protestas en las centrales energéticas de Reino Unido, según los sindicatos, el último paso de una oleada de malestar laboral por el uso de trabajadores extranjeros en importantes proyectos de construcción.
Las protestas se producen tras una semana de disputas en la refinería Lindsey, propiedad de Total, en Lincolnshire a principios de este mes, que derivó en que la empresa francesa se comprometiera a contratar a más empleados británicos en el proyecto.
Hasta 1.000 empleados se manifestarán previsiblemente en la planta energética de Staythorpe en Nottinghamshire, propiedad del grupo alemán RWE, y en la planta de Isle of Grain que E.on tiene en Kent, según los organizadores sindicales.
Además, se remitirá una petición al primer ministro Gordon Brown mostrando el descontento con la legislación que permite a las compañías energéticas contratar a trabajadores de otros países de la Unión Europea y "colocarlos" en proyectos de construcción británicos.
Los sindicatos dicen que la práctica lleva a que se impida a los británicos solicitar puestos y que las tasas de empleo en el país se están viendo afectadas por la contratación de extranjeros.
"No tiene nada que ver con los trabajadores extranjeros, es el hecho de que se está negando a los trabajadores británicos la oportunidad de solicitar un puesto", dijo Ciaran Naidoo, portavoz de Unite, uno de los principales sindicatos británicos. "No es una práctica justa", añadió.
Total y otros grupos energéticos importantes dicen que el proceso de contratación cumple con la legislación británica y de la UE.
En Staythorpe, RWE ha contratado al grupo de ingeniería francés Alstom para construir una planta energética que funciona a gas.
Dos empresas españolas, Montpressa y FMM, han sido subcontratadas por Alstom para encajar la turbina y la caldera en la planta, empleando hasta 850 trabajadores, según Unite, que dice que ninguno de los trabajos irá a parar a trabajadores británicos.
Y en la planta de Isle of Grain, Alstom ha sido contratada de nuevo para construir la planta y ha subcontratado a una firma polaca para emplear a hasta 450 trabajadores.
No fue posible contactar de inmediato con RWE, E.on, Alstom y las otras firmas para que comentaran esta información.
Los contratos han molestado a los sindicatos británicos en un momento en el que el desempleo está creciendo rápidamente y la economía ha entrado en recesión. También han colocado a Brown bajo presión después de que el mandatario prometiera en 2007 que daría "trabajo británico a los trabajadores británicos", pero ahora no quiere aparecer como proteccionista.
Los sindicatos dijeron que la contratación de trabajadores externos, que se cree perciben salarios más bajos que los británicos, es particularmente problemática dado que la construcción en ingeniería es uno de los pocos sectores que está creciendo.
Reino Unido planea construir casi una docena de plantas nucleares y de combustibles fósiles en la próxima década, en las que podrían participar miles de trabajadores.
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