La compañía alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn ha reconocido dos operaciones más que las tres conocidas hasta el momento para espiar y controlar a sus empleados, actividades que se iniciaron ya en 1998.
Ello se desprende del informe presentado por la dirección de Deutsche Bahn ante el Bundestag, el parlamento germano, y el ministerio federal de Transportes para explicar actividades que son consideradas ilegales por sindicatos y partidos de la oposición.
Hasta ahora se sabía que Deutsche Bahn había contrastado datos confidenciales de 170.000 empleados en 2003 y 2005 para averiguar si alguno de ellos tenía actividades fuera de la empresa.
Además en 2002 se controlaron los datos de 770 altos cargos de Deutsche Bahn y socios comerciales del grupo ferroviario sin su conocimiento, en una operación que ha llegado a ser calificada de espionaje hacia los empleados.
El informe revela que Deutsche Bahn realizó una operación similar de contraste de datos en 1998 y que los datos de sus directivos fueron igualmente sometidos a un control exhaustivo en 2005 y 2006.
En el informe, Deutsche Bahn admite haber cometido errores y no haber respetado el principio de la proporcionalidad a la hora de efectuar esos controles.
Igualmente reconoce que las empresas externas encargadas de realizar los contrastes y controles y realizar los informes ‘pudieron haber actuado ilegalmente’.
El ministro federal de Transportes, Wolfgang Tiefensee, se mostró ‘insatisfecho’ por el contenido del informe, ya que, entre otras cosas, ‘no aclara quien es responsable’ de determinadas acciones, por lo que exigió un estudio mas exhaustivo.
‘Todo lo que sabemos hasta hoy está sobre la mesa’, dijo por su parte el jefe de Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn, cuya dimisión reclaman los sindicatos, la oposición e, incluso, destacados representantes de los partidos gubernamentales.
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