El Gobierno vasco ha ampliado a las grandes empresas su línea de financiación para pymes y autónomos, dotada con 500 millones de euros -ampliables según las necesidades-, con el compromiso de que no presenten un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) durante la vigencia de la operación. Además, y dentro sus iniciativas para hacer frente a la crisis, acordó destinar 15 millones de eurosa ayudas a empresas que presenten EREs de suspensión, pero pongan en marcha cursos de formación, así como a los trabajadores que participen en los mismos.
Ambas iniciativas, aprobadas en Consejo de Gobierno, fueron dadas a conocer ayer por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, en una rueda de prensa en Vitoria.
El Gobierno autonómico aprobó el pasado 30 de diciembre un programa para facilitar la financiación de las pymes y los empresarios autónomos, dotada con 500 millones de euros. En su reunión de ayer, el Ejecutivo decidió ampliar esta línea de financiación a las grandes empresas, con el fin de hacer frente a ‘las restricciones de liquidez’ derivadas de la crisis económica y financiera.
‘EL DINERO QUE HAGA FALTA’
Aunque en un principio no se han incrementado los 500 millones de dotación, Ibarretxe aseguró que si esta suma se agota se ampliará con otros 500 millones o ‘con el dinero que haga falta’. ‘No vamos a permitir que ninguna empresa competitiva de este país se ahogue por falta de circulante’, proclamó.
La cuantía mínima por operación avalada es de 600.000 euros y la máxima, de 1,5 millones. El plazo del préstamo es de uno a tres años, y el periodo máximo de cadencia del principal en los préstamos será de un año, mientras que la amortización e intereses trimestrales lo serán por periodos vencidos. El tipo de interés aplicable es el Euribor más un margen de 1,50%, revisable trimestralmente.
El programa, dirigido a aquellas empresas de sectores estratégicos que no han podido acogerse al programa inicialmente destinado a las pymes, priorizará la financiación de ‘proyectos solventes y viables’, el mantenimiento de la actividad indirecta de la empresa o de su cadena de proveedores, la generación de mayor valor añadido y, fundamentalmente, la creación y el mantenimiento del empleo.
La iniciativa responde al objetivo de permitir el acceso de las empresas a la financiación crediticia bancaria para la cobertura de sus necesidades de circulante, la renovación de su deuda a corto plazo, así como la adecuación de su deuda a corto plazo en deuda a medio y largo plazo.
Podrán acceder a las garantías y la línea de financiación contempladas aquellas empresas que, no habiendo podido acogerse a la línea de financiación aprobada el 30 de diciembre, cumplan una serie de requisitos, entre los que se incluye estar domiciliadas y desarrollar su actividad principal en Euskadi, emplear de forma directa a más de 250 trabajadores, y no hallarse participadas directa o indirectamente, en un 25% o más, por otra empresa o empresas que no reúnan alguno de los requisitos anteriores.
Asimismo, se requerirá estar al corriente en el pago de las correspondientes obligaciones fiscales con las diputaciones y con la Seguridad Social. El acceso a la línea de financiación contemplada en el programa conllevará el compromiso formal del beneficiario de mantener el empleo, por lo que, durante la vigencia de la operación financiera avalada, las empresas no podrán plantear un ERE.
REUNIÓN CON LAS CAJAS
La convocatoria para este programa se realizará en los próximos días. La encargada de analizar las solicitudes será la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi. Además, en el programa participarán BBK, Kutxa, Vital, Caja Laboral, Ipar Kutxa.
El Ejecutivo también aprobó un programa extraordinario de ayudas a las empresas y a los trabajadores que, con motivo de la crisis, se estén viendo afectados por un ERE de suspensión. El programa, dotado con 15 millones de euros, servirá para financiar los planes de formación presentados por las empresas implicadas en expedientes de regulación, que hayan sido aprobados y que presenten un programa de formación para los trabajadores afectados por estos expedientes.
AZKARRAGA
Las subvenciones se aportarán tanto a las empresas que reúnan estas características, como a los trabajadores afectados que acudan a dichos planes de formación durante el tiempo que dure el ERE de suspensión.
Azkarraga subrayó que esta iniciativa ‘mejorará las condiciones económicas de las familias y compensará la pérdida de ingresos derivada de los EREs’, dado que la cantidad que perciben los trabajadores afectados por un expediente ‘puede ser del 75% de su salario’.
Las ayudas podrán solicitarse hasta el próximo 30 de junio. El mínimo de horas subvencionable por trabajador será de 40 y el máximo, de 160. En el caso de cursos de máxima duración, se realizarán a lo largo de dos meses, y siempre durante el periodo aprobado por el ERE.
La cuantía económica máxima que podrá percibir el trabajador como compensación y dietas por asistencia será de 600 euros -15 euros por día laborable de formación-. La empresa recibirá por los gastos justificados una compensación de un máximo de 13 euros por hora de formación. Para empresas de menos de diez trabajadores, esta cantidad podría elevarse.
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