El grupo alemán de suministro y servicios energéticos E.ON ha presentado un plan estratégico con el que pretende mejorar la competitividad del grupo y ahorrar 1.500 millones de euros hasta 2011 mediante la mejora de la eficiencia y de la productividad, así como por el recorte de gastos innecesarios, la optimización de su estructura y reduciendo la burocracia.
El consejero delegado de la compañía, Wulf Bernotat, señaló que este plan permitirá a E.ON alcanzar sus "ambiciosos objetivos" pese al impacto de la crisis económica y financiera. "Nuestro objetivo es mejorar nuestra competitividad internacional a través de una rigurosa puesta a punto", añadió.
A este respecto, Bernotat reconoció que no se puede descartar que estas medidas afecten a los empleados, y señaló que la compañía estudia la externalización de determinados servicios y apuntó que "no puede excluirse que haya algunos recortes en áreas concretas".
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