Los votantes suizos dieron el domingo un sonoro "Sí" a un acuerdo que amplía el derecho de ciudadanos de la Unión Europea a vivir y trabajar en Suiza, pese a los temores sobre el impacto de la mano de obra inmigrante y pérdidas de empleo por la recesión.
Los resultados oficiales del referendum mostraron que el 59,6% de votantes respaldó el acuerdo, que renueva un pacto existente para el acceso de trabajadores inmigrantes a Suiza y lo extiende a los nuevos miembros de la UE, Bulgaria y Rumania. Los trabajadores suizos también tienen acceso a países del bloque.
La oposición a los inmigrantes llevó a un referéndum bajo el sistema de democracia popular de Suiza, desafiando los planes del Gobierno para renovar el acuerdo existente con la UE que entró en vigor en 2002.
El populista Partido del Pueblo Suizo (SVP), el mayor partido de Suiza, que pidió el "No" a la propuesta del Gobierno, llevó a cabo una campaña anti-inmigrante con carteles en los que aparecían tres cuervos de aspecto siniestro picando a un pequeño mapa del país.
El SVP fue apoyado por grupos de ciudadanos de Ginebra y áreas de habla italiana, a los que les molesta el gran número de personas que vive en la frontera de Francia e Italia y cruzan todos los días para trabajar en Suiza.
En el referéndum, sólo tres pequeñas circunscripciones de habla alemana y el cantón de habla italiana de Ticino votaron contra el pacto, con los otros 22 sectores de habla francesa y alemana decantándose a favor.
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