La venta de barcos en España ha caído un 90 por ciento desde agosto, aunque los astilleros españoles tienen el empleo asegurado al menos durante 2 años gracias a que la contratación de naves fue ‘extraordinariamente’ alta desde mediados de 2003 hasta el verano del año pasado, según datos de la Unión Española de Constructores Navales (Uninave).
No obstante, el director general de Uninave, Ramón López, afirma que, pese a que la cartera de pedidos se encuentra en niveles ‘muy saludables’ y da un ‘respiro’ al sector, la situación peligrará si en un año no entran nuevas peticiones.
‘Si la recuperación se produce antes de un año o año y medio estamos salvados, si no, empezaremos a tener huecos de producción’, apuntó López, quien subrayó que el descenso del 90 por ciento de las ventas supone ‘un aviso a navegantes’.
En ese sentido, explicó que, gracias a los pedidos hechos con anterioridad, los astilleros españoles tienen carga de trabajo para unos tres años y medio, lo que asegura una estabilidad laboral de dos años, pero para ‘enlazar’ esa carga necesitan que entren nuevos pedidos para no quedarse ‘a cero’.
López señaló que el sector español está muy concentrado en el mercado de ferrys, ropax, dragas, remolcadores y de naves para la exploración de hidrocarburos ‘offshore’ (en aguas marinas).
En su opinión, para que se reactiven los pedidos de las petroleras haría falta que el barril de petróleo cotice a más de 60 dólares, porque los actuales 40 dólares hace que las petroleras sean menos intensivas en inversión.
Además, abogó porque el Gobierno apueste decididamente por una política que impulse el trasvase del transporte de mercancías por tierra al mar.
En lo que respecta a dragas, el director general de Uninave pidió al Ejecutivo que ponga en marcha políticas de inversión pública portuaria para proteger el mercado nacional, al igual que se está haciendo en otros sectores.
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