La Fiesta del Despido en Wall Street tenía un bar lleno de profesionales elegantes que disfrutaban de un trago y una charla amena, en una noche típica de Nueva York, pero muchos de ellos van en busca de trabajo.
En la fiesta, los desempleados se mezclan con los reclutadores para conocer gente, buscar trabajo e intercambiar historias. Los empresarios recortaron 600.000 puestos más en enero e, indudablemente, el ánimo de la celebración en un bar de Manhattan era sombrío.
"Directa o indirectamente Wall Street arruinó los mejores 10 años de mi vida" dijo Susan Lange, sobre sus colegas y amigos que murieron en los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Tras ser despedida, en un recorte de personal de AIG, donde trabajaba como supervisora de capacitación, Lange considera otra vez que su vida ha sufrido un vuelco negativo.
Las cifras presentadas el viernes indican que el índice de desempleo llegó a 7,6% en enero, el mes con la mayor cantidad de despidos desde 1974.
Las personas en busca de una oportunidad se adentran en las redes de profesionales en el sitio de internet LinkedIn, aguardan en filas en los centros de asesoría de la ciudad e, incluso,comienzan a hablar con extraños en el transporte público con la esperanza de encontrar un trabajo en un mar de oportunidades que parece desecarse.
"Las empresas congelan las contrataciones y tienen recortes y reducciones de personal. Hay muchas más personas en el mercado laboral", dijo Ana Arrendell, de 32 años, que busca empleo desde agosto.
Al principio quería algo relacionado con su campo, el diseño gráfico, pero a medida que pasan los meses Arrendell ha hecho más flexibles sus expectativas. "Ahora aceptaría lo que fuera", dijo el viernes al salir de una oficina del gobierno de la ciudad de Nueva York en la que se da asesoramiento para la redacción de currículos y entrenamiento para las entrevistas de trabajo.
La idea de la Fiesta del Despido en Wall Street es reunir a personas para facilitar la búsqueda de trabajo. Desde que comenzó en noviembre su intensidad ha aumentado, según la organizadora Rachel Pine. Al principio era una mezcla entre reclutadores y personas desempleadas, que sólo sumaban un cuarto de los asistentes. Pero en la fiesta del pasado 4 de febrero, entre el 85% y el 90% de los 400 asistentes buscaban empleo.
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