Hilda Solís, designada para encabezar el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, fue interrogada el jueves sobre una deuda con el fisco y el Senado aplazó una votación para confirmarla en el puesto.
El de Solís es el caso más reciente de un político que se enfrenta a obstáculos para su confirmación en el cargo por problemas fiscales.
Los senadores decidieron retrasar la votación al conocerse que el marido de Solís solucionó esta semana un embargo fiscal preventivo que tuvo pendiente 16 años sobre su taller mecánico de automóviles en California.
Este nuevo caso planteó otro problema político a la Casa Blanca, perjudicada ya por los problemas fiscales y otras controversias derivados de algunos nombramientos de altos funcionarios, como el del ex senador Tom Daschle como secretario de Salud. El presidente Barack Obama afirmó esta semana en entrevistas con la televisión que tratará de evitar que "metamos la pata otra vez" en el nombramiento de candidatos.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, insistió en que la situación fiscal de Solís "está en orden". "Ella no es socia en ese negocio", dijo Gibbs sobre la candidata de Trabajo, hija de inmigrantes de México y Nicaragua. "Así que no vamos a castigarla por errores empresariales de su marido".
Consultado sobre si la nominación de Solís estaba en problemas, el portavoz respondió que "no lo creo en absoluto".
El diario USA Today fue el primer medio en informar el jueves que en los expedientes del condado de Los Angeles había 15 embargos fiscales preventivos del estado y del condado por un total de 7.630 dólares contra Sam Sayyad y su negocio.
Otro portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, dijo que Solís y Sayyad no tenían conocimiento de los embargos hasta que esta semana se les preguntó sobre los mismos. Afirmó que Sayyad pagó el miércoles unos 6.400 dólares al condado de Los Angeles para solucionar los embargos, pero que tiene pensado apelar.
Vietor indicó que Solís, legisladora demócrata en la cámara baja desde el 2001, y su marido declaran juntos los impuestos por ingresos personales, pero Sayyad es el único propietario del taller, y todas las comunicaciones fiscales sobre el negocio son dirigidas exclusivament a él a otra dirección empresarial.
"Sayyad cree que las sanciones no fueron calculadas con precisión, pero las pagó por exceso de precaución y tiene pensado apelar", añadió.
Los líderes demócratas y republicanos en el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado emitieron un comunicado minutos antes de que votaran sobre Solís, en el cual dijeron que los legisladores necesitaban más tiempo para examinar los documentos de la nominada.
Anthony Coley, portavoz del senador demócrata Edward M. Kennedy que preside la comisión, dijo que el grupo pidió al gobierno de Obama que echara un vistazo a este asunto fiscal y le respondiera.
"Tenemos optimismo en que la comisión podrá avanzar pronto en su nominación" (de Solís), señaló Coley.
Algunos republicanos cuestionan a Solís por haber sido miembro de la junta directiva y tesorera de American Rights at Work (ARW), un grupo que promueve leyes para facilitarle a los trabajadores la formación de sindicatos. Solís dice que en el desempeño de esa función nunca realizó actividades de lobby.
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