El gobierno español anunció el viernes nuevas medidas para facilitar la inyección de crédito a las empresas y ayudar a los desempleados con el pago de sus hipotecas.
El plan consiste en flexibilizar las condiciones de acceso a estos dos incentivos, aprobados a finales del año pasado con el objetivo de minimizar el impacto de la crisis económica en las familias y las pequeñas empresas.
A partir del 1 de marzo, las personas sin empleo podrán aplazar durante dos años el pago del 50% de su cuota hipotecaria, que será costeada por el estado.
La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega explicó que el gobierno ha decidido ahora ampliar de 10 a 15 años el plazo de tiempo para devolver a las cuentas públicas el dinero invertido.
Las personas que decidan acogerse a estos beneficios volverán a pagar el total de su hipoteca en 2011 y a partir de 2012 tendrán un periodo de 15 años para devolver al estado la ayuda económica prestada.
En la misma línea, De la Vega anunció que el Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del gobierno, podrá destinar más fondos para inyectar crédito en las pequeñas y medianas empresas, las más castigadas por la crisis en España.
Además, se amplió de tres a cinco años el periodo máximo de devolución de las cantidades prestadas a estas compañías a través de una de las líneas de financiación del ICO.
El Instituto Nacional de Estadística reveló que el número de empresas que se declararon en quiebra se triplicó el año pasado en comparación con 2007.
Con la economía oficialmente en recesión y el desempleo en el 13,9%, los datos ponen de manifiesto las dificultades que están atrevesando pequeñas y medianas empresas en este país para acceder a créditos que permitan cubrir pagos y mantener los contratos de sus trabajadores.
Aunque algunas sectores critican al sector bancario español por cerrar el grifo de los créditos, De la Vega precisó que todo el mundo debe seguir colaborando en la medida de lo posible para solventar la crisis.
"El gobierno está haciendo esfuerzos y actuando responsablemente, y yo sé que los ciudadanos también lo están haciendo", dijo al término de la reunión semanal del gabinete. "Estoy convencida de que los bancos también; estamos en un momento duro".
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