La economía estadounidense perdió 598.000 puestos de trabajo en enero, el mayor descenso en 34 años, lo que elevó la tasa de paro hasta el 7,6%.
Las pérdidas de empleo de enero fueron mayores a las 525.000 que esperaban los analistas consultados por Reuters, que además estimaban que la tasa de desocupación se situaría en un 7,5%, frente al 7,2% de diciembre.
Este dato es una razón más para que el Congreso acelere el debate sobre el plan de Obama para estimular la economía.
El Departamento de Trabajo revisó las cifras del último mes de 2008 para mostrar que en diciembre se perdieron 577.000 empleos en vez de los 524.000 estimados inicialmente.
"El informe es horrible. Las firmas están sufriendo el peso del exceso de inventarios, y donde uno mire en el informe se ven caídas en casi todas las industrias", dijo Cary Leahey, economista de Decision Economics en Nueva York.
La caída de enero ha sido la mayor desde diciembre de 1974, cuando se perdieron 602.000 puestos de trabajo. Al mismo tiempo, la tasa de paro alcanzó su máximo en más de 16 años.
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