Intel ha anunciado hoy una reorganización de sus operaciones de China que supondrá el cierre de una planta de Shanghái y la eliminación de 2.000 empleos, aunque a los trabajadores afectados se les ofrecerán puestos en otras partes del país.
La noticia se conoce apenas días después de que el mayor fabricante de chips del mundo dijera que cerraría plantas en Malasia, Filipinas y Estados Unidos, recortando hasta 6.000 puestos de trabajo mientras su beneficio trimestral se desplomaba un 90 por ciento.
"Para optimizar sus recursos de fabricación en China, Intel planea consolidar las operaciones de ensamblaje y pruebas de Pudong a Chengdu en los próximos 12 meses", dijo la compañía en un comunicado.
Intel dijo que proporcionaría a los empleados afectados una opción de trabajar en la fábrica de Chengdu en el oeste, o en Dalian en el norte, ambas a más de 1.000 kilómetros de Shanghái.
"La decisión de trasladarse depende de los empleados", dijo Nancy Zhang, portavoz de Intel en Pekín.
Intel dijo sin embargo que estaba comprometida con China, e incrementaría su capital registrado en Intel China, su compañía holding de inversión con sede en Shanghái, en 110 millones de dólares (unos 86 millones de euros).
La compañía dijo que las medidas eran necesarias "como consecuencia de las actuales condiciones económicas" y que su inversión en la nueva fábrica Dalian de 2.500 millones de dólares se incrementarían para garantizar que tiene la última tecnología avanzada de chips.
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