La crisis económica mundial pasa factura en China, donde se calcula que unos 20 millones de inmigrantes rurales en las ciudades han perdido su empleo, y ante esta tesitura son miles de personas las que acuden a las ferias de empleo para intentar buscar trabajo.
En Pekín, sólo este mes ya se han anunciado cuatro ferias de este tipo, y a la primera de ellas, inaugurada hoy en el Palacio de Exposiciones Agrícolas de la capital china, han acudido en un sólo día 30.000 personas.
"El año pasado el número fue más o menos similar, pero se ha reducido la cantidad de empresas que vienen a ofrecer empleo", destacó una de las organizadoras del evento, de apellido Wang.
Se esperaba que esta feria, la primera tras las vacaciones por el Festival de Primavera, congregara a unas 400 firmas, pero finalmente sólo hay 300 que ofrecen unos 4.000 puestos de trabajo, y no es fácil encontrar el que uno desea.
"La cosa está muy difícil. Se nota la gravedad de la crisis", reconoce Feng Ban, un diseñador gráfico de 26 años que lleva en la feria toda la mañana y todavía no ha encontrado un empleador ideal.
No todos los trabajos se encuentran dentro de la nave donde se alojan los expositores: fuera de ella, para ahorrar costes, algunas empresas se acercan a los buscadores de trabajo para informarles de las ofertas de empleo ahorrándose el coste del "stand".
"Somos una compañía pequeña, simplemente buscamos gente dispuesta a trabajar en la posición que ofrecemos, no necesitamos alta titulación", cuenta a los candidatos Xu Ping, representante de la compañía de venta de automóviles YHSQ.
En la feria abundan los jóvenes a punto de licenciarse en busca de su primer empleo, pero también gente como Ma Liang, de 54 años y jubilada de su trabajo como secretaria, que ante la situación económica ha decidido reincorporarse al mercado laboral.
"Hay un par de empresas que se han mostrado interesadas, espero que me llamen. Pese a la crisis, no parece complicado encontrar trabajo", cuenta.
Algunos de los que ofrecen empleo, como Yang Jingyu, de la compañía de software Xiandai Zhongou, se quejan de que con la crisis baja el nivel de experiencia de los que acuden a estas ferias:
"Los que ya tienen un trabajo en este momento no se atreven a dejarlo para cambiar, así que los que hay aquí suelen ser recién llegados y sin la experiencia que necesitamos", lamenta.
Se trata de gente como Ying Meixiang, una joven de 22 años que a escasos meses de graduarse en informática ya ojea el mundo laboral: "No cuento con experiencia, así que no tengo demasiadas pretensiones, pero en adelante, con esfuerzo, espero mejorar. Lo importante ahora es buscar trabajo".
El propio Gobierno reconoció que durante 2009 China vivirá "posiblemente el año más duro" en materia económica desde el inicio del nuevo siglo, y el presidente Hu Jintao alertó días atrás del riesgo de inestabilidad social debido al impacto de la crisis financiera en el país asiático.
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