La UGT, personada como acusación particular en la causa por el accidente laboral de la A-7, ha solicitado un total de 52 años y medio de cárcel para diez de los doce imputados por la juez en este suceso que costó la vida en 2005 a seis obreros que trabajaban en la autovía a su paso por Almuñécar.
En su escrito de acusación, presentado ante el Juzgado de Instrucción 2 de Almuñécar, el sindicato sostiene que los acusados pudieron cometer en total seis delitos de homicidio imprudente, tres de lesiones imprudentes y otros nueve contra la seguridad e higiene en el trabajo, ha informado hoy en rueda de prensa el secretario provincial del área de Construcción de la UGT, Francisco Ruiz Ruano.
Por todos ellos reclama un total de 45 años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, así como 46.000 euros de multa para cada uno de los inculpados.
Los dos imputados por la juez que la UGT no incluye en su escrito de acusación son Juan Francisco Martín Enciso, jefe de Demarcación de Carreteras del Estado de Andalucía Oriental, dependiente del Ministerio de Fomento, y Pablo Jiménez Barreda, ingeniero director el Proyecto de Ejecución del tramo Herradura-Taramay de la A-7.
La UGT "considera que la responsabilidad de estas dos personas no era la de velar por la seguridad, sino que eran simples funcionarios responsables de determinadas áreas de producción del viaducto", ha señalado Ruiz Ruano, quien ha destacado que ellos "no tenían por qué comprobar, vigilar ni incluso elaborar normas de seguridad, como sí los otros diez".
El responsable sindical ha reclamado la "apertura urgente" de la vista oral con los objetivos de "depurar responsabilidades y hacer justicia, conocer exactamente las causas del siniestro, así como tomar las medidas preventivas necesarias para que no se vuelva a repetir este suceso".
La UGT ya ha anunciado que se opondrá a cualquier recurso que presenten las defensas y que pudieran conllevar retrasos en la resolución del caso.
Seis trabajadores -cinco portugueses y un español- fallecieron en noviembre de 2005 al desplomarse la cimbra utilizada en la construcción del viaducto sobre el Río Verde, a su paso por Almuñécar.
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