El Gobierno de Ecuador mostró ayer su rechazo a la inminente aprobación en el Parlamento Europeo de la denominada Directiva Empresarial, que sanciona a los empleadores que contraten inmigrantes en situación irregular.
La cancillería ecuatoriana informó de que se prevé una inminente aprobación de esa normativa por parte del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) y que mañana mismo sea ratificada en la Eurocámara.
Además, dijo que el Gobierno de Ecuador ha manifestado, por los medios diplomáticos, su rechazo ante tal medida.
La cancillería ecuatoriana y la Secretaría Nacional del Migrante, en un comunicado, consideraron esa normativa como "más peligrosa que la denominada Directiva Retorno, pues busca cerrar completamente las puertas de empleo a los inmigrantes irregulares, a fin de que no tengan más salida que regresar a sus países de origen".
"Ecuador combate por todos los medios a su alcance la trata y el tráfico de personas, y busca evitar, al mismo tiempo, que los compatriotas emigrantes irregulares sean víctimas de explotación laboral", precisa el texto oficial.
Ante esa situación, Ecuador "considera que en el actual escenario de crisis económico-financiera internacional, esta Directiva pondrá en mayor estado de vulnerabilidad a los compatriotas que no tienen papeles" y residen en Europa.
Según la cancillería, "evidentemente, si algún empleador se arriesga a contratar inmigrantes en situación irregular y a enfrentar eventuales sanciones, lo hará precarizando, aun más, las condiciones de trabajo" de esas personas.
Ante la inminente aprobación de la Directiva, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, ha ordenado a sus representantes diplomáticos en los países de la Unión Europea "que reiteren el repudio y la profunda preocupación del Ecuador ante esta nueva medida"
Dicha directiva, según la cancillería ecuatoriana, "trata de ‘perfeccionar’ una política de expulsión iniciada a través de la Directiva Retorno", que facilita la deportación de los emigrantes ilegales.
Además, el Gobierno de Quito sostiene que la Directiva Empresarial, "al privilegiar los conceptos de seguridad, control fronterizo, represión y migración selectiva, aleja a Europa de ideales tales como la solidaridad, la prístina defensa de los derechos humanos, uno de los cuales es la movilidad humana, y la búsqueda del desarrollo".
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