El Parlament aprobó ayer con el asentimiento de todos los grupos dos Proposiciones No de Ley planteadas por el PP y el PSIB, mediante las cuales respaldó la "lucha" de los trabajadores de la planta de Kraft Foods en Mahón y de las instituciones para evitar el cierre de la planta de El Caserío y lograr la "pervivencia" de esta industria transformadora de queso de Menorca.
Así, mediante la aprobación de estas iniciativas la Cámara instó al Govern a intervenir con "todos los medios y recursos legales que estén en su mano" para lograr, en coordinación con el Ejecutivo central y el Consell de Menorca el mantenimiento de la ocupación y las actividades industriales y agrarias auxiliares de la planta de Kraft de Mahón.
Asimismo, el Parlament constató que el cierre de la fábrica de El Caserío ocasionaría un "grave perjuicio económico y social" para Menorca, ya que comportaría la pérdida de aproximadamente 180 puestos de trabajo, así como el cese de su actividad industrial y de otras empresas auxiliares y, por tanto, el "previsible cierre de explotaciones agrarias". Por este motivo, reclamó al Govern que pida a la multinacional Kraft Foods que "reconsidere" la decisión anunciada a los trabajadores de cerrar su planta en Mahón.
El parlamentario del PP Jaume Tadeo destacó el hecho de que todos los grupos estén "sensibilizados" con la "gravísima" repercusión económica y social que tendría para Menorca el cierre de El Caserío, ya que significaría una "gran pérdida para el sector primario industrial" y, por ello, afirmó que todas las instituciones deben hacer "todo lo posible" para garantizar que la marca y la producción "se quede en Mahón".
En similares términos se expresó la parlamentaria del PSIB Cristina Rita, quien recalcó que el cierre de El Caserío sólo responde a "estrategias empresariales" de Kraft Foods y no a la actual situación económica, por lo que destacó el hecho de que el Ejecutivo central haya anunciado que pondrá trabas a su cierre, en caso de que no se demuestre que el mantenimiento de la planta de Mahón es "inviable".
Por su parte, el parlamentario del Bloc Eduard Riudavets recordó que el cierre de esta fábrica supondría un "impacto muy grande" en la economía de Menorca, sobre todo en lo que se refiere al sector de transporte y, por otra parte, subrayó que el Consell de Menorca ya ha cuantificado en 12 millones de euros anuales las pérdidas que supondrían para la isla el fin de la producción del queso de El Caserío.
Riudavets criticó que Kraft no pretende cerrar la planta de Mahón por motivos económicos, sino por un "puro y duro interés de una estrategia empresarial" y estimó que estas situaciones no se podrían producir si no existiera el libre mercado. "El cierre de El Caserío tendría sobre Menorca un impacto mayor que el cierre de la Seat en Cataluña", sentenció, al tiempo que consideró "fundamental" que el Ejecutivo central impida que se haga efectiva la decisión de la multinacional.
Por su parte, la parlamentaria del Grupo Mixto Marian Suárez (Eivissa pel Canvi) recordó que El Caserío supone el 8 por ciento del PIB en Menorca y resaltó que su cierre podría ocasionar la pérdida de 3.000 empleos indirectos de las industrias auxiliares de esta isla. Por esta razón, sostuvo que "no nos podemos permitir el lujo de perder una industria de esta importancia", teniendo en cuenta, además, que "no está en crisis, ya que no ha dejado de dar beneficios, mientras que el índice de producción se ha incrementado continuamente".
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