El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, anunció ayer que el Gobierno central hará una reforma de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en las próximas semanas, para lo que está manteniendo contactos con sindicatos y patronales. "El objetivo es hacer una reforma rápida, a través de un decreto ley o una reforma acotada", explicó Corbacho en una entrevista a TV3 recogida por Europa Press.
La reforma pasa por que "estos expedientes de regulación no cuesten dinero a la Administración Pública si la empresa que los hace es una empresa con beneficios". También consideró que "una persona de 50 años que se acoja a un ERE no puede quedarse como trabajador pasivo hasta la edad legal de prejubilación, a los 61 años". "Se tiene que aprovechar a este trabajador", añadió.
Se mostró a favor de "penalizar a las empresas que abusen de las prejubilaciones a los 50 años", aunque defendió que la prejubilación puede ser "un buen instrumento" para algunas empresas. En su opinión, se tiene que combatir "la idea cultural de que las personas de 50 años ya no sirven para nada".
En cuanto al colectivo de inmigrantes, afirmó que "son las personas que más padecen la crisis, mucho peor que los autóctonos, ya que la cifra de población inmigrante parada es del 20%, mientras que la de los autóctonos es del 12%".
Sobre las entidades financieras, dijo entender que "pidan más garantías que hace un par de años" para otorgar créditos a las empresas, pero sostuvo que España está "en una crisis del sistema financiero producida por el mismo sistema financiero y por una avaricia sin límites de este mismo sistema". "Mientras, hoy tenemos un problema a corto plazo, que es cómo mejorar la liquidez de las empresas", agregó.
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