La crisis financiera global, la quiebra de grandes y conocidas compañías, las previsiones más pesimistas sobre la economía española e internacional, el creciente número de parados, los nuevos expedientes de regulación de empleo… no son factores suficientes, por el momento, para minar la moral del trabajador español. Así se desprende del último estudio sobre tendencias del mercado de trabajo realizado a nivel mundial por la multinacional líder en selección especializada Robert Half.
Según dicho estudio, el 62% de los trabajadores españoles encuestados se mostró optimista acerca del futuro de la empresa para la que trabajaban, excluyendo la posibilidad de que se pudiera ver afectada por la actual situación de recesión de la economía; si bien es cierto que, dentro de este grupo, podemos distinguir entre aquellos cuyo optimismo es total, el 23%, y aquellos otros cuya confianza es más moderada, un 39%.
En el lado contrario, sólo el 11% de los trabajadores participantes en la encuesta se mostraron preocupados y pesimistas acerca del devenir de sus organizaciones, con un importante 27% que no quiso o supo contestar sobre la cuestión.
Los trabajadores japoneses, los más pesimistas
En Europa, holandeses e irlandeses son los más optimistas en relación con el futuro de sus respectivas empresas, con un 71% de respuestas en este sentido; Reino Unido se posiciona en el lado más pesimista con el 17% de contestaciones.
En el resto del mundo, Japón fue líder absoluto en pesimismo sobre el futuro: Casi la mitad de los empleados consultados, el 46%, no se mostraron confiados en que sus empresas puedan capear la crisis con éxito.
El futuro del empleado en la empresa
Quedando demostrado que el trabajador español confía en el futuro de su empresa, este optimismo cambia cuando se trata de valorar qué opina el interesado acerca de su propio futuro dentro de la organización; sólo el 53%, nueve puntos menos, cree en su futuro éxito dentro de la empresa. Esta percepción podría deberse, según palabras de Rafael Vidal, Director General de Robert Half en España, a que “los trabajadores no piensan realmente que, por muy grave que sea la crisis, empresas consolidadas puedan llegar a desaparecer; sin embargo, no están tan seguros de sus propios puestos de trabajo, más susceptibles de ser amortizados en un periodo de dificultades como este”.
Aumentan también cinco puntos el grado de indecisos, al 32%, y el número de respuestas pesimistas, 16%.
En Europa, los trabajadores irlandeses fueron los que se mostraron más confiados en su propio futuro dentro de su empresa, con un 62% de respuestas positivas; los franceses, por el contrario, con un escaso 43%, resultaron los más pesimistas. A nivel mundial, Hong Kong y Japón, nuevamente, los más negativos en este apartado.
Orgulloso de trabajar para su empresa
El orgullo de pertenencia a una organización queda, en el caso de los empleados españoles, totalmente garantizado. Más del 60% de los consultados así lo confirma. Sólo un 10% de los participantes reconoció no sentirse orgulloso de ello. Sin embargo, a pesar del buen dato, los trabajadores europeos parecen tener ese sentimiento de orgullo más arraigado. De hecho, sólo franceses y belgas están un punto por debajo de los españoles, 62%), situándose el resto de países en cotas superiores al 70% en este apartado.
Los trabajadores asiáticos, una vez más, fueron los líderes en escasez de orgullo por pertenecía a su empresa.
Promoción profesional
Favoritismo, amiguismo, designaciones subjetivas, nombramientos políticos, nepotismo… son elementos que suelen estar presentes en muchas organizaciones y que afectan negativamente al desarrollo profesional de todos aquellos trabajadores perjudicados por una determinada decisión. Esta cuestión tan controvertida también fue planteada a los trabajadores participantes en el estudio de Robert Half, la de si creían que la gente promocionaba profesionalmente por méritos propios o por ‘factores ajenos’ a su desempeño laboral.
En el caso de los trabajadores españoles, seis de cada diez empleados (60%) consideraban que la evolución o promoción se corresponde con los méritos laborales del interesado, aunque un destacable 40%, entre los que dudaron o no quisieron responder a tal cuestión y los que contestaron negativamente.
Francia, a nivel Europeo, es el país en el que menos trabajadores piensan que la promoción profesional se debe a méritos del propio empleado, sólo el 43% lo cree así, seguido de Italia, con el 44%.
Japón, fuera del ámbito europeo, es otra vez líder en escepticismo: Sólo el 45% piensa que no hay favoritismo en las promociones profesionales.
Igualdad
En materia de igualdad, a la pregunta de si tienen hombres y mujeres igualdad de oportunidades para desarrollar su carrera, sólo el 52% de los trabajadores españoles consultados considera que ambos sexos tienen las mismas oportunidades dentro de sus empresas para desarrollar su carrera profesional.
Según el Director General de Robert Half, “a pesar de la creación en España de un ministerio específico en materia de Igualdad, y de la promulgación en la legislatura anterior de la Ley para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la opinión de los trabajadores españoles sobre esta materia arroja un resultado ciertamente preocupante”. De hecho, un 32% de los encuestados, más de la tercera parte, niega que haya igualdad efectiva entre hombres y mujeres y un 16% no se pronuncia al respecto. Según Vidal, “la percepción de que no se está avanzando demasiado en esta materia en España es un sentimiento generalizado en la sociedad, y los datos no hacen más que confirmar ese mismo sentimiento en el ámbito corporativo”.
En el entorno europeo, el dato de Francia es aún más preocupante que el de España: Sólo el 40% de los trabajadores preguntados consideran que existe igualdad entre hombres y mujeres para desarrollar su carrera. Otro 40% piensa exactamente lo contrario, y el 20% restante no se pronuncia.
Holanda e Irlanda, con un 66%, son los países europeos en los que sus trabajadores consideran mayoritariamente que hay igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Fuera de Europa, los empleados japoneses, nuevamente, sitúan a su país a la cola mundial de cuestiones de igualdad. Sólo el 43% piensa que haya igualdad de oportunidades profesionales para ambos sexos.
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