Los bancos de Estados Unidos, que están obteniendo miles de millones de dólares de un plan de rescate federal, buscaron traer a miles de empleados extranjeros para ofrecerles trabajo bien remunerado, pero menos costoso que el que buscarían sus homólogos norteamericanos, según una investigación de The Associated Press.
La decena de bancos y otras corporaciones que recibieron la mayor cantidad de dinero del plan de rescate, por un total de más de 150.000 millones de dólares, pidieron visas para más de 21.800 trabajadores extranjeros durante los últimos seis años, según el estudio.
Las posiciones ofrecidas iban desde vicepresidentes y abogados de corporaciones hasta analistas de inversiones y especialistas en recursos humanos. El salario promedio anual de esos empleos era de 90.721 dólares, casi dos veces el ingreso del hogar promedio en Estados Unidos.
Las cifras son importantes porque muestran que los bancos ayudados con el plan de rescate son mantenidos a flote por contribuyentes norteamericanos. Eso no fue óbice para que esos bancos prefirieran contratar a empleados extranjeros en vez de estadounidenses.
A medida que se agravaba el colapso financiero en Estados Unidos durante el año pasado y que esas instituciones financieras echaban empleados, también aumentaron los pedidos de visas para contratar a trabajadores en el exterior.
Mientras en el año fiscal 2007 la cifra de visas pedidas fue de 3.258, en el año fiscal 2008 aumentó en casi un tercio, a 4.163.
La AP examinó las aplicaciones de visas que presentaron los bancos ante el departamento de Trabajo, bajo el programa de visa H-1B. Ese programa permite la contratación temporal de empleados extranjeros con una pericia especial para ocupar puestos de jerarquía.
Se ignora cuántos empleados extranjeros fueron contratados al final por los bancos. El gobierno no divulga esos detalles.
La cifra real es posiblemente una fracción de los 21.800 trabajadores extranjeros que los bancos intentaron contratar, pues el gobierno limita la cifra de visas que otorga anualmente a 85.000 cada año entre todos los empleadores norteamericanos.
Durante los últimos tres meses de 2008, los principales bancos que recibieron dinero del contribuyente norteamericano anunciaron más de 100.000 despidos. Se ignora cuántos empleados extranjeros se hallaban incluidos en esos despidos.
Los comentarios están cerrados.