El presidente del comité de empresa de Spanair en Palma, Jordi Mauri, espera no ‘tener que hablar de reducir plantilla’ con la venta de la aerolínea a instituciones y empresarios catalanes, y avisa de que el traslado de la sede a Barcelona supondría la pérdida de 500 puestos de trabajo.
En una carta remitida a los medios el sábado, Mauri indica que la dirección de Spanair confirmó oficialmente la firma del acuerdo por el que el grupo de inversores Catalanes (IEASA) se convierte en el accionista mayoritario de la compañía, con el 80,1 por ciento de su accionariado.
‘Después de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que todavía no ha finalizado, no queremos tener que hablar de reducir plantilla y debemos despejar la incertidumbre suscitada por el posible traslado de la sede de Spanair en Palma de Mallorca a Barcelona’, explica Mauri.
El presidente del comité prosigue que este traslado ‘supondría una perdida de puestos de trabajo que podría llegar hasta 500 afectados del personal de oficinas’, y añade que ‘otros aspectos más institucionales del traslado de la sede competen a los propietarios y a las administraciones públicas, que poco han hecho hasta el momento para ayudar a las compañías aéreas en la crisis del sector’.
Mauri indica que ‘desde el principio’, los representantes de los trabajadores han considerado ‘positiva esta compraventa de la compañía, por ser un respaldo muy importante y por ser una garantía de futuro’.
‘Lo que en estos momentos no podemos valorar y lo que más nos preocupa es conocer como puede afectar a los trabajadores esta nueva situación’, insiste.
Mauri agrega que el comité está convocado el martes a una reunión en la que espera recibir información sobre los planes de futuro y del Plan Avanza 2010-2011 lo más concreta y detallada posible.
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