Cerca de un centenar de trabajadores de la planta de Nissan irrumpieron esta mañana en el pleno del Ayuntamiento de Ávila con numerosas pancartas para exigir ‘claridad’ en las subvenciones que se han entregado a la empresa y para que se asegure la continuidad de la fábrica y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Piden ‘garantías’ de futuro y trabajo, y reclaman a las instituciones que las ayudas que se han entregado a Nissan ‘tengan reflejo en garantizar el empleo, que en este momento no está garantizado’.
El alcalde, Miguel Ángel García Nieto, aseguró, sin embargo, que el Ayuntamiento de Ávila no ha entregado ninguna subvención a Nissan y que lo que se ha hecho es ‘facilitar la viabilidad’ de la empresa mediante la permuta de una parcela por los terrenos en los que se construirá la estación de autobuses, y la cesión de una parcela de 110.000 metros cuadrados a Gical para poner en marcha un parque de proveedores, una zona de servicio y un intercambiador ferroviario que entrará en funcionamiento si se fabrica el nuevo camión.
‘El Ayuntamiento no le ha dado a Nissan, se lo ha dado a la Junta, y me consta que la Junta tampoco, sino que lo que ha hecho ha sido dar una cesión de uso’, manifestó el regidor, quien declaró que ‘el problema por el que atraviesa Nissan es tan gordo y tan fuerte que repercute en la ciudad de manera directa y brutal’.
García Nieto se comprometió además a solicitar una entrevista con el consejero de Economía, Tomás Villanueva, y a crear una comisión ‘para que no sea sólo el alcalde el que se reúna con Matsumoto’.
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