El alcalde de Manresa, Josep Camprubí, reclamó ayer explicaciones a la multinacional italiana Pirelli por las ‘malas formas’ en la ejecución del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 257 trabajadores de la planta de esta ciudad.
Los trabajadores de Pirelli afectados por el ERE se enteraron el miércoles de que habían perdido su trabajo cuando se presentaron ante las puertas de la factoría de Manresa para entrar a trabajar y se encontraron con una docena de guardias de seguridad que les pedían su nombre y que no le dejaban entrar si estaban en la lista de los despedidos.
Camprubí ha señalado que todo el mundo conocía el proceso de despidos que había empezado la empresa, y ‘aunque nadie puede estar de acuerdo con la resolución final de estos despidos’, sabían que era una decisión acordada con el comité de trabajadores.
El alcalde de Manresa, en un comunicado, afirma no entender las maneras que ha utilizado Pirelli para ejecutar estos despidos.
Para Camprubí, ‘los trabajadores despedidos se han visto privados de poder entrar en un espacio que habían hecho suyo y en el cual habían pasado mucho tiempo’.
El alcalde ha añadido que ‘el hecho de que profesionales de la seguridad privada fueran los que controlaran la entrada ha provocado que los trabajadores que hasta entonces formaban parte de Pirelli, de golpe, se sintieran tratados como un peligro para la empresa’.
‘Estas no son las mejores maneras para crear un clima de conciliación entre el empresariado y los trabajadores y, por lo tanto, no ayuda a generar confianzas de cara a afrontar los momentos difíciles que se nos acercan’, ha dicho el alcalde.
Por este motivo, Camprubí pide a la dirección de Pirelli que explique cuál ha sido la causa que les ha impulsado a actuar de esta manera.
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