Según Zapatero, avanzar en la lucha contra el hambre es «más imperioso» que «restablecer el crecimiento de la economía y del empleo» en el mundo desarrollado

España aportará 200 millones de euros anuales en los próximos cinco años para financiar "políticas dirigidas a la agricultura y la seguridad alimentaria" en aquellos países "más vulnerables" y "afectados" por la crisis alimentaria mundial, anunció ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En la clausura de la Reunión de Alto Nivel sobre seguridad alimentaria celebrada el lunes y el martes en Madrid, Zapatero destacó que avanzar en la lucha contra el hambre es incluso "más imperioso" que la necesidad urgente de "restablecer el crecimiento de las economías nacionales y del empleo" en el mundo desarrollado, a lo que, recordó, los gobiernos dedican gran parte de su tarea.

"Pero hay algo más imprescindible, más imperioso, más necesario, que es avanzar en la ayuda al desarrollo y, en particular, en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema", afirmó. Explicó que lo es primero por "un imperativo ético de dignidad" pero también por un "interés general", porque "erradicando el hambre y la miseria, no sólo" se dará respuesta a los Derechos Humanos sino que se abrirán "nuevos espacios a la seguridad, la paz" y "la democracia".

Zapatero se mostró convencido de que la actual crisis económica tendrá "un tiempo de duración" en los países desarrollados. Será "un duro paréntesis", pero al fin y al cabo "un paréntesis", dijo, mientras que en los países "azotados por el hambre y la pobreza extrema" la crisis "es una forma de vida".

El jefe del Gobierno anunció en junio pasado en la cumbre de la FAO en Roma que España destinaría 500 millones de euros hasta 2012 contra la crisis alimentaria mundial. Fuentes gubernamentales explicaron tras el discurso del presidente que se trata de una iniciativa distinta de la comprometida ayer.

Los 500 millones de euros comprometidos en Roma y de los que se desembolsó en 2008 más de la mitad (269 millones de euros) son para financiar programas de la cooperación bilateral, esto es, de la cooperación que hace directamente España con un país receptor. En concreto, ese montante se está destinando a, entre otros, programas de protección social de pequeños agricultores y de atención a menores de 5 años.

Los 1.000 millones de euros de esta nueva ayuda se canalizarán bajo el liderazgo del equipo de alto nivel de Naciones Unidas sobre seguridad alimentaria. Con ellos son ya 5.500 millones de dólares (4.170 millones de euros) los comprometidos por una quincena de países para luchar contra el hambre en los próximos cinco años, a los que hay que añadir los 1.300 millones de dólares puestos a disposición de la ONU por parte de la UE para el mismo fin.

EL DESEO DE LOS ESPAÑOLES

Zapatero subrayó que la actual crisis financiera y económica "no pueden parar" la lucha contra la pobreza y el hambre, sino que "obligan a un mayor compromiso en la lucha contra el hambre". En un momento en que se ha visto "caer colosos financieros", apostó por construir "edificios sólidos" de lucha contra la pobreza.

Indicó que España considera "fundamental" cumplir los compromisos de financiación al desarrollo adquiridos a nivel internacional en este sentido, por lo que reiteró el compromiso de su Gobierno de destinar en esta legislatura un 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto a ayuda al desarrollo.

El presidente aseguró que el compromiso del Gobierno español en la lucha contra la pobreza es "fiel reflejo" de la voluntad de los españoles, que quieren "construir un orden internacional justo y solidario".

Tras señalar que existe un "amplio consenso" en la comunidad internacional sobre la "urgente necesidad de aumentar" los recursos financieros dirigidos a la seguridad alimentaria, propuso a los países comprometidos en la lucha contra el hambre un "esfuerzo en la movilización de recursos financieros destinados a las políticas públicas que fomenten la agricultura y la seguridad alimentaria", canalizados a través de la ONU, en línea con el compromiso asumido ya por una quincena de países, entre ellos España.

Zapatero, que denunció que en la subida de los precios de los alimentos registrada en 2008 también tuvieron que ver las "prácticas especulativas" de "algunos agentes" financieros, consideró que la reunión de Madrid ha servido para dar un "fuerte impulso" a esta movilización de recursos. No obstante, sólo España ha anunciado contribuciones en este sentido.

El jefe del Ejecutivo saludó la iniciativa de abrir un "proceso de consultas" para crear una Alianza Global para la Agricultura, la Alimentación y la Nutrición, abierta a las organizaciones de productores, sindicatos, ONG, sector privado, países donantes y socios, tal y como se ha acordado en la Declaración de Madrid salida de este encuentro.