Por primera vez en Chile habrá abogados y abogadas, ya que la Corte Suprema aceptó el viernes la diferenciación de géneros entre las personas que ejerzan dicha carrera, tras aprobar una idea planteada por la Universidad de Chile.
‘De ahora en adelante todos los títulos de las abogadas que ejerzan la abogacía en Chile se denominan ‘abogada», anunció el portavoz en ejercicio de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch. El juez recalcó que la medida ‘ayuda al reconocimiento cultural de las mujeres en una carrera dominada por el género masculino’, en un país con marcadas diferencias entre hombres y mujeres.
Chile fue el primer país de Sudamérica en tener una presidenta, cuando en 2006 asumió la mandataria socialista Michelle Bachelet. Sin embargo, aún persisten las diferencias de género en varios aspectos. La participación femenina en la política es aún escasa: en el Parlamento hay sólo 18 diputadas, equivalentes al 15% del total, y dos senadoras, que representan un 9,5%.
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, la participación laboral femenina en Chile es la más baja de América Latina, con una representación de un 38,5%, casi 10 puntos porcentuales menos al que se registra en países con igual nivel de desarrollo económico y social.
Las mujeres chilenas además ganan el 87% del sueldo de los hombres. En tanto, después de divorciarse los chilenos pueden volver a casarse de inmediato, mientras que las divorciadas deben esperar al menos 270 días para contraer nupcias nuevamente, según el Código Civil.
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