La recesión ha tardado en llegar a Silicon Valley, pero es probable que se quede un tiempo. Las empresas tecnológicas recortan miles de empleos y reducen costes para compensar sus menguantes ingresos y a los clientes de presupuesto ajustado.
En las últimas semanas, las reducciones de empleo seguían siendo menores a las de otros sectores. Pero ahora llegan a toda marcha según la desaceleración económica se va asentando en el valle, una región del norte de California donde tienen su sede grandes marcas como Google y Amazon.com.
Los gigantes tecnológicos como Intel y Microsoft están despidiendo a miles de empleados, mientras las nuevas empresas despiden en números más pequeños y luchan por sobrevivir con menos clientes y menos dinero de capital riesgo.
Y esto es sólo el principio; los analistas esperan que miles de personas pierdan aún su empleo este año, cuando la recesión obligue a la industria a reducir drásticamente sus gastos.
"Las organizaciones están diciendo: ‘¿Qué es el invierno nuclear absoluto? Vamos a planear para eso’", dijo Adam Charlson, socio senior de la empresa de investigación Korn/Ferry International, que trabaja estrechamente con las divisiones de contratación de grandes empresas tecnológicas. "Lo que estás viendo ahora es a las organizaciones haciendo realidad esos planes".
El año pasado se perdieron en Silicon Valley 11.700 puestos de trabajo, según Steve Levy, economista senior del Centro de Estudio Continuado de la Economía de California (CCSCE, en sus siglas en inglés). El número es pequeño, comparado con los 200.000 empleos perdidos cuando estalló la burbuja de las "punto.com" en 2000, pero eso es porque las cifras de 2008 no reflejan los últimos despidos, indicó.
DESPIDOS PREVENTIVOS
Algunos analistas ven en los despidos masivos medidas preventivas de las empresas. Cuando se produjo la última recesión, las tecnológicas tardaron demasiado en reducir costes y prescindir de sus trabajadores, comentó Andy Miedler, analista senior de tecnología en Edward Jones.
Además, la financiación de capital riesgo se redujo un 71 por ciento en el último trimestre de 2008, respecto a las cifras del año anterior, de modo que las nuevas empresas podrían verse obligadas a cerrar si no logran mantener el negocio y sus inversores ya no pueden sostenerlas.
Sin embargo, los despidos masivos del sector podrían no ser completamente negativos. De hecho, podría impulsar la innovación si los ingenieros, científicos y otros trabajadores expertos sin trabajo decidieran trabajar en sus propias ideas.
Llamándolos "emprendedores forzosos", el profesor de la Universidad de California Mark Cannice se mostró optimista de que los despidos "liberen a la próxima ola de emprendedores inteligentes y creativos".
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