La Unión Europea ha dado un nuevo paso hacia la apertura de los mercados laborales nacionales a los trabajadores de los países del Este que se incorporaron en 2004 (excepto Malta y Chipre), con el anuncio de Alemania de que permitirá el acceso de titulados universitarios.
Dinamarca y Bélgica ya habían anunciado su intención de retirar las restricciones, por lo que Austria es el único país que aún no ha suavizado su postura.
Los ministros europeos de Empleo, reunidos esta semana en un Consejo informal en la ciudad checa de Luhacovice, intentaron acercar posturas y avanzar hacia un mercado laboral único europeo, para lo que analizaron aspectos geográficos, sociales y profesionales de la movilidad.
En el ámbito social, el ministro español de Empleo, Celestino Corbacho, planteó a sus colegas la necesidad de fijar normas que fomenten la "discriminación positiva" y faciliten el acceso a la vida laboral de personas con dificultades, en especial, las que carecen de titulación.
Corbacho sugirió además que se identifique a los grupos más desfavorecidos y se les aborde de manera directa para ofrecerles asesoramiento personal.
Desde el punto de vista demográfico, el ministro checo, Petr Necas, señaló en rueda de prensa que "en las próximas décadas habrá una reducción notable de la mano de obra" por lo que aumentar las cuotas de empleo femenino, lograr que los jóvenes se incorporen antes a la vida laboral y permitir el acceso de inmigrantes es esencial.
Asimismo, Necas insistió en que los países que siguen viendo con recelo la llegada de trabajadores del Este "tienen un problema psicológico y político" y no "objetivo" y recordó que datos de la CE prueban que fomentar la libre circulación de trabajadores dentro de la Unión tiene consecuencias positivas para la economía.
Para el comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, impulsar la movilidad geográfica, social y profesional es un elemento esencial para reaccionar ante la crisis.
La presidencia checa de la UE pidió al Ejecutivo comunitario que exija una justificación adecuada a los socios que quieran mantener restricciones hasta 2011 para los países que se incorporaron en 2004.
Los tratados de adhesión estipulan que aquellos estados miembros que quieran imponer medidas transitorias de acceso a sus mercados laborales pasados los cinco primeros años de pertenencia a la Unión tendrán que "informar y explicar" la decisión a la CE, indicaron fuentes comunitarias.
La única justificación válida para Bruselas es que la llegada de trabajadores de los nuevos países miembros cause un verdadero riesgo de distorsión del mercado laboral nacional, algo que deberá ser probado con datos objetivos.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.