Transporte y energía son los sectores en donde la crisis económica afectará más a las inversiones en Responsabilidad Social Corporativa, hasta el punto de que alrededor de la mitad de los altos ejecutivos de empresas de estos sectores considera que habrá que ‘retrasar’ los programas de RSE, según un estudio internacional realizado por Booz & Company entre más de 800 directivos.
Concretamente, el 51 por ciento de los ejecutivos del sector transporte considera que su empresa pospondrá sus planes de RSE como consecuencia de la actual coyuntura económica, mientras que el 47 por ciento de los directivos del sector energía opina lo mismo, a pesar de que ambos son sectores donde las iniciativas de RSC tienen un impacto importante.
Esta creencia es compartida por el 40 por ciento de los empresarios del resto de sectores (desde servicios financieros, sanidad y energía hasta bienes de consumo), que considera ‘que las iniciativas de responsabilidad social corporativa y políticas ecológicas se reducirán significativamente debido a la actual situación económica de crisis’.
MEDIDAS INADECUADAS
Por otro lado, el mismo estudio muestra que muchas empresas están tomando medidas que limitan sus posibilidades de tener éxito. Así, en aquellas empresas que atraviesan dificultades financieras, el 65 por ciento de los entrevistados considera que su compañía todavía no está centrando sus esfuerzos en implantar medidas a corto plazo para garantizar su supervivencia.
Asimismo, el informe destaca que una cuarta parte de las compañías que afrontan la crisis desde una posición de fortaleza no están ‘aprovechando plenamente’ las oportunidades de crecimiento que se les presentan, al no impulsar sus estrategias de expansión en mercados emergentes, la adquisición de empresas o invertir en el talento.
Según el socio de Booz & Company en España, David Suárez, ‘muchas empresas se han paralizado por el impacto repentino de la recesión y no tienen claro cómo seguir avanzando’, e, incluso, ‘algunas compañías parecen estar tomando medidas inadecuadas, sin hacer una honesta auto-evaluación de si se encuentran en una posición en la que deben tratar de sobrevivir o si esta crisis supone una oportunidad de crecer’.
Además, el 40 por ciento de los entrevistados tiene dudas sobre la credibilidad de los ejecutivos y líderes de sus compañías para hacer frente a la crisis y un tercio de los Consejeros Delegados o ejecutivos de primer nivel directivo expresa sus dudas sobre la credibilidad de unos planes que, supuestamente, han creado ellos mismos.
No obstante, pese a las dudas respecto al liderazgo, el 54 por ciento de los ejecutivos encuestados cree que la crisis económica tendrá en última instancia un impacto positivo sobre la competitividad de su empresa a medio y largo plazo. Esta expectativa es una cuestión generalizada tanto geográficamente como por sectores de actividad aunque, sin embargo, los mercados emergentes son aún más optimistas sobre el futuro (59%).
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