Los principales responsables de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) reclamaron ayer una coordinación entre los países de la UE contra la crisis económica, porque ‘lo peor está por venir’.
El vicepresidente de la CES, Claude Rolin, y la secretaria de Relaciones Internacionales de la organización, Veronique Roseau, visitaron Logroño para reunirse con los responsables de la Unión sindical Obrera (USO).
Versonique Roseau declaró que ‘la experiencia nos dice que cada país no puede tomar medidas por separado para combatir la crisis; así no se va a salir’ por lo que ‘debe haber una respuesta europea’.
La situación económica actual marca ‘un reto’ para los movimientos sindicales, ya que ‘debemos hacer de la crisis una oportunidad de cambio, que se modifique el sistema de inversión y que la economía no sirva sólo para unos pocos sino para generar bienestar’, precisó.
En su opinión, las primeras medidas de los gobiernos deben atender a quien ya ha perdido su trabajo ‘para que puedan vivir con dignidad’ y luego ‘hay que tener en cuenta que lo peor está por venir’.
Al respecto, advirtió de que en los próximos meses se multiplicarán los despidos en Europa en las empresas de automoción, del sector servicios y del sistema financiero.
‘Por todo eso es hora de cambiar el sistema que hemos tenido hasta ahora, no podemos mantener lo que ha fallado que era un capitalismo de casino, absurdo y que estaba corrupto’, sostuvo Roseau.
El secretario general de USO, Julio Salazar, coincidió con Roseau en que ‘ahora hay que sentar las bases de un nuevo sistema productivo, basado en el sector industrial y en el empleo de calidad’.
Salazar criticó que UGT y CCOO no cuenten con su formación al hablar de unidad sindical, ‘aunque lo que hagan ellos es su problema, nosotros no vamos a estar cruzados de brazos’ porque ‘estamos en un momento en el que cada dato empeora al anterior, y si no se toman medidas esto es un polvorín social que nos va a estallar’.
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