Los sindicatos de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) expresaron ayer su preocupación por las dificultades que atraviesa el sector de la automoción, y de hecho, consideraron "muy probable" que la dirección agote durante el primer semestre de 2009 los doce días de paros que restan del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal aprobado en diciembre por la Generalitat, que afecta a 4.577 trabajadores e incluyó cuatro paros en enero, y decida "ampliarlo hasta final de año o presentar otro nuevo".
Así lo señaló ayer en declaraciones a los medios el responsable de CCOO en la planta, Miquel Rosaleny, quien recalcó que "tal y como están la demanda y los pedidos, es muy probable que esos doce días se agoten antes de terminar el semestre y la empresa quiera pedir otro o ampliar el actual", por lo que aseguró que estarán "vigilantes" para evitar que los trabajadores afectados "continúen gastando sus días de paro por esta situación y sufriendo una merma salarial".
Al respecto, explicó que la opción de realizar uno de estos paros cada 15 días es "sólo una posibilidad" y constató que la primero de ellos será el 6 de febrero, "pero el resto no tienen por qué ser uno cada 15 días –insistió–, pueden utilizarlos seguidos o uno cada semana, por ejemplo, ahí la dirección tiene cierta flexibilidad".
Por su parte, el secretario general de UGT en Ford Almussafes, Gonzalo Pino, destacó que el lanzamiento del nuevo Fiesta "permite ser optimistas en una situación muy compleja" y "tener una situación bastante estable", aunque resaltó que "habrá que ver qué ocurre en dos o tres semanas" cuando se alcance el objetivo de fabricar 700 unidades diarias de este modelo.
"A ver si la empresa solicita o no un nuevo expediente entonces", agregó Pino, quien aseguró que por el momento "no se ha dicho nada de ningún nuevo ERE", aunque reconoció que "todo pasa por vender en un mercado que está totalmente encogido y que no demanda".
Así, remarcó que "hay que esperar a ver cómo reacciona el mercado y cómo reaccionan las ayudas que la administración está poniendo en marcha" y confió en que el actual ERE temporal "vaya cubriendo etapas en las próximas semanas y los próximos meses" porque si se presentara "un nuevo ERE, tendría que cubrir ya el espacio de todo el año".
"CONVIENE PRORROGAR EL CONVENIO"
Por otro lado, Miquel Rosaleny alertó de que "en un momento muy cambiante a nivel económico" como el actual y con las "graves" consecuencias que sufre el sector, "lo que más conviene a la factoría es la prórroga del actual convenio colectivo", a diferencia de las pretensiones de la dirección, que defiende uno nuevo de un año de duración, y del sindicato mayoritario, UGT, que aboga por cinco años.
Hizo hincapié en supondría "una solución" tanto para los trabajadores, que no se verían obligados a "entrar en una negociación de convenio de crisis", como para la dirección, ya que "tampoco va a poder comprometerse a nada este año porque la situación va cambiando" y "el mercado no tira", por lo que, pese a "tener un ERE aprobado" y ser el nuevo Fiesta "uno de los mejores que ha hecho la factoría", el hecho de que no haya demanda hará que se vean "abocados otra vez a negociar un nuevo ERE".
En este punto, criticó la "dejadez" mostrada por el comité de empresa y de UGT como sindicato con mayor representación en el mismo en los dos ERE ya aprobados, y que, a su juicio, evidencian también al mantenerse "aferrados al convenio de cinco años" a pesar de que "ni la propia empresa puede garantizar a un año vista los compromisos que pueda tener en estos momentos con los trabajadores".
Rosaleny censuró en la misma línea que la "desviación de responsabilidades hacia la Administración" realizada por el comité y por UGT, al reclamarle que "sea la que obligue a la dirección de la empresa a completar salario" de los trabajadores afectados por los ERE", algo que "no le corresponde en absoluto" porque "es función del comité de empresa", sentenció.
AYUDAS CANALIZADAS Y "SIN DISCRIMINACION"
En otro orden de cosas, Gonzalo Pino abogó por "canalizar" todas las ayudas planteadas por la Comisión Europea y por los gobiernos nacionales para que "sirvan para ayudar a salir de la situación y no sean para tapar ninguna situación de mala gestión, que hayan realizado las multinacionales, que de hecho la han hecho durante los últimos años", apostilló.
Pino indicó que, al igual que en Francia, "en España también se están poniendo ayudas en marcha para el sector de la automoción", al tiempo que confió en que el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero "actúe como los distintos gobiernos de la Comunidad Europea" y "no permita ningún tipo de discriminación entre los países" miembros en relación con las ayudas.
Remarcó que estas ayudas "tienen que ir en la dirección de resolver el problema que tiene el sector de la automoción en España y en el conjunto de Europa" y exigió que "no dejen fuera de juego a alguno de los países como España" para que pueda obtener "las ayudas necesarias para salir de esa situación". "Estoy convencido de que el Gobierno de España lo hará en esa linea", concluyó.
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