El Centro de Iniciativas para la Reinserción (Cire) de la Generalitat ha cerrado su taller en la empresa Claved a la espera de que se resuelva el ERE presentado por la compañía de Lliçà de Munt (Barcelona), que quería subcontratar a 34 reclusas de la cárcel de Brians 1 mientras que pretendía despedir a 34 trabajadores de su sección de montajes de componentes eléctricos.
La consellera de Justicia, Montserrat Tura, anunció el cierre del taller y cumple así con el compromiso que adquirió el miércoles y que ratificó ayer ante los 70 trabajadores de Claved –filial de la francesa Sofisme– que se manifestaron ante la Conselleria.
El delegado del comité de empresa, Mario Santos, confirmó a Europa Press que esta mañana retiraron el cartel del Cire de la fachada de la fábrica y se llevaron las batas de las reclusas, quienes –"por política del Cire"– no trabajan desde el miércoles, cuando la empresa presentó el ERE y los trabajadores se declararon en huelga.
Santos reiteró que su objetivo no es expulsar a las reclusas, sino lograr que cobren, al menos, el salario mínimo para que dejen de ser competencia desleal. En su opinión, el cierre del taller "significa cortar el debate, pero el Cire está en muchos más sitios", recordó.
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