Cableados Auto -antigua Valeo- y los sindicatos llegaron esta madrugada a un preacuerdo, que deberá ser ratificado por la asamblea de trabajadores, que incluye la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción antes del 31 de enero para las casi 100 operarias de la planta de O Porriño (Pontevedra), que cesará en su actividad, y la recolocación prioritaria en el sector de la automoción para las afectadas si así lo desean.
Así se recoge en el escrito consensuado, al que ha tenido acceso Europa Press, en una reunión en Santiago, con la presencia de la directoral xeral de Relacións Laborais, Pilar Cancela, y que recoge que el importe global para indemnizar a todos los trabajadores de esta planta es de 6,4 millones de euros brutos.
Además, se incluye el compromiso de la Xunta de Galicia de contar, también de forma prioritaria, con el cuadro de personal de Cableados Auto para integrar la estructura de personal de un futurible proyecto de reciclaje de plásticos.
Por otra parte, los representantes de los trabajadores acordaron prestar toda su colaboración para transferir la maquinaria adquirida por Leoni y que la próxima semana 26 personas elaboren los 6.000 inyectores para esta empresa.
Los sindicatos también se comprometieron a no ejercitar acciones judiciales futuras a partir de ahora contra las empresas del Grupo Valeo para poder liberar la nave de la hipoteca correspondiente. Ambas parte, una vez ratificado por la asamblea de trabajadores este preacuerdo, iniciarán los trámites administrativos necesarios para desarrollar el ERE.
ENCIERRO
Los miembros del comité de empresa de Cableados Auto mantuvieron esta semana un encierro en las instalaciones del Clúster de Empresas de la Automoción de Galicia (Ceaga) y pidieron a su máximo responsable, Antonio Vega, su intervención para recolocar a las afectadas en vista de que el grupo que preside, Viza, fue uno de los beneficiarios de la venta de Valeo.
Esta factoría fue vendida, por un lado, al Grupo Viza, que recolocó a 58 trabajadores, mientras que el resto permanecieron en la nave, a las órdenes de Cableados Auto y a la espera de un plan de reindustrialización para la empresa.
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