El director de Políticas de Empleo y Relaciones Internacionales de la Comisión Europea, Xavier Prats, explicó ayer que el organismo prevé que se creen 100 millones de empleos de aquí a 2020. De éstos, 19,6 millones serán empleos nuevos, mientras que 80,4 millones serán puestos de sustitución de trabajadores que se jubilan o abandonan el mercado laboral.
Según el informe de la institución europea, que Prats presentó en un encuentro con prensa, disminuirá el peso de la agricultura y las industrias manufactureras y aumentará el sector servicios, que acaparará casi tres de cada cuatro puestos de trabajo.
A corto plazo, los servicios empresariales, la atención sanitaria, el trabajo social, la distribución, los servicios personales, la hostelería y la restauración serán los sectores con mejores perspectivas de creación de empleo.
Según la Organización Internacional del Trabajo, se duplicará el mercado mundial de servicios y productos ecológicos, que alcanzará, en once años, un volumen de negocio de 2.740 billones de dólares.
La población en edad de trabajar (16-64 años) alcanzará su pico en 2012. El informe apunta que los flujos migratorios no solucionarán el problema de la baja natalidad europea, ya que "tienden a adoptar los modelos demográficos del país de residencia".
Los empleos que requieren una mayor calificación aumentarán un 6,2%, los de calificaciones medias se incrementarán un 1,8%, mientras que los que precisan un nivel de estudios bajo se recortarán un 7,7%.
Prats apuntó la necesidad de aumentar la formación en todos los niveles competitivos "desde el ingeniero hasta el repartidor". En este sentido, señaló que se debe trabajar para adecuar "lo que produce la formación y lo que necesita el mercado". Expresó que este es un problema especialmente grave en España, donde cada vez hay más titulados que no son lo que el mercado reclama, "fuente de frustración para los licenciados".
Además, sostuvo que es "inevitable" que se alargue la vida laboral, ya que las jubilaciones tempranas son "insostenibles financieramente y un desperdicio de capital humano". En lo referente a la crisis económica –"grave y repentina"–, Prats admitió que la Comisión Europea "puede hacer poco", a pesar de que tiene "una visión de conjunto" del problema.
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