Una madre sevillana denunció ayer que el violador de su hija "sigue en la calle" después de que los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla lo dejaran en libertad, ya que la condena de doce años que pesa sobre él aún no es firme.
En declaraciones a Europa Press TV, la madre de la menor, Rocío Merchante, explicó que el acusado está en libertad porque "tiene trabajo, un niño pequeño y va a fichar cada semana o cada quince días", por lo que, "según los jueces, no existe riesgo de fuga".
Entre indignación y abatimiento, Rocío lamentó que los magistrados no tengan en cuenta que "están dejando en libertad a un pederasta" y que la "más perjudicada" es la menor -"mi hija"- que sigue en "tratamiento psicológico" por todo lo que le ha sucedido.
"Me siento impotente e indignada porque para mí no es motivo de justificación que un hombre ha sido padre después de los hechos que se le imputan. Eso lo debería de haber pensado antes de agredir sexualmente a mi hija y que podía perder un trabajo", sentenció.
CONFIABA EN LOS JUECES
Asimismo, indicó que denunció "confiando en la Justicia y los jueces", pero, agregó que ya no sabe "qué pensar de la Justicia". A pesar de ello, aseguró no perder la "esperanza", aunque se sienta "desamparada", porque en "algún momento" los jueces tendrán que pronunciarse. "No creo que tarde mucho porque la sentencia lleva un año dictada", manifestó.
Sin embargo, afirmó que el mayor "problema" ahora es su hija porque, dijo, intenta inculcarle "unos principios para vivir en esta sociedad y ser legal y honesta" y es "la primera" que le pregunta que "porqué lo tienen en libertad si es una persona tan peligrosa".
LOS HECHOS
Los hechos sucedieron en 2007 cuando la menor se dirigía desde el centro escolar donde estudia hacia su casa, próxima a éste, en torno a las 15.00 horas. En ese momento y aprovechando que la menor, de doce años, se despedía de un compañero para terminar el trayecto en solitario, el inculpado la abordó y la agredió sexualmente.
"Tras conocer lo sucedido denunciamos el caso y al día siguiente mi hermana y yo detenemos al agresor", afirmó Rocío. A partir de ahí empieza el auto de incoación y el agresor "entra en prisión provisional durante seis meses". Tras el juicio, celebrado en diciembre en la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, se dicta una sentencia "que no es firme pero es condenatoria y contundente" de doce años de prisión para el inculpado.
No obstante, el agresor de la menor quedó en libertad y "por el momento" el proceso se encuentra a la espera de que "el Tribunal Supremo ejecute la sentencia y la haga firme".
Sin embargo, Rocío se pregunta "por qué no entra en prisión y va cumpliendo la condena". "Que entre en prisión, que es donde tiene que estar, encerrado porque es una persona peligrosa para la sociedad", concluyó.
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