El presidente del Comité de Empresa de la planta embotelladora de Solán de Cabras, ubicada en Beteta (Cuenca), Ricardo Gómez, confirmó hoy que la empresa va a despedir a 18 trabajadores.
En declaraciones a Europa Press, Gómez explicó que la empresa afirma que los recortes en la plantilla son necesarios dada la actual situación de crisis económica pero argumentó que, en realidad, se podrían estar depurando responsabilidades después de una huelga que realizaron los empleados en 2007.
En cualquier caso, los 18 despidos que se hacen efectivos hoy forman parte de un plan para reducir la plantilla en cerca de 45 trabajadores, que les fue anunciado a hace apenas una semana.
Según Gómez, en un primer momento la empresa quería despedir esta semana a los 45 trabajadores pero la mediación sindical, política y social consiguió que estos despidos se dividieran en dos bloques. El primero se produce hoy, con 18 despidos, y el segundo, que afectará a 27 trabajadores más, está previsto de aquí al próximo mes de junio.
El presidente del Comité de Empresa recordó, además, que el pasado mes de octubre Solán de Cabras prescindió de 17 empleados, uno de ellos "una persona muy significativa de la lucha obrera", y criticó que la empresa vaya a despedir a cerca de 60 trabajadores en menos de un año.
Gómez aseguró que han propuesto numerosas soluciones para evitar los despidos, como que los trabajadores comenzaran a desempeñar las funciones que hasta ahora realizan las empresas subcontratadas. Soluciones que, según Gómez, se han llevado a cabo en otras embotelladoras pero que la Dirección de Solán de Cabras ha rechazado.
"Nosotros lo que vemos ya no es solamente una situación de crisis; hemos planteado a la empresa 40.000 fórmulas para solucionar esta crisis pero nos quedamos sin argumentos y sin defensas cuando otras empresas, a pesar de sufrir la crisis igual que Solán de Cabras, adoptan medidas más razonables", aseveró Gómez.
El presidente del Comité de Empresa instó a los políticos a "darse cuenta de que Solán de Cabras es la primera embotelladora en Castilla-La Mancha que está adoptando estas medidas tan severas".
El presidente del Comité de Empresa afirmó que la situación entre los trabajadores es de "nerviosismo, incomprensión e impotencia". En la planta de Solán de Cabras en Beteta trabajan alrededor de 130 personas.
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