Una empresa de Lliçà de Munt (Barcelona) ha presentado un ERE para despedir a 34 trabajadores de su sección de montajes de componentes eléctricos, a la vez que da trabajo en la misma sección a 34 reclusas de la cárcel Brians 1 a través del Centro de Iniciativas para la Reinserción (Cire) de la Generalitat.
En un comunicado, el despacho de abogados Col·lectiu Ronda criticó que Claved –filial de la francesa Sofisme– "utilice la ventaja de la política de reinserción de la Generalitat para obtener mano de obra barata y fácilmente despedible, una nueva forma de precarización laboral".
De hecho, según los abogados, los trabajadores despedidos cobran 24 euros por hora, mientras que las prisioneras cobran 9.
Por ello, los afectados han decidido manifestarse mañana ante la Conselleria de Justicia de la Generalitat. Justamente, el departamento advirtió esta tarde a la empresa que cerrará el taller exterior del Cire abierto a mediados de 2008 si se confirman los despidos.
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