El secretario general de Comisiones Obreras (CC.OO.), Ignacio Fernández Toxo, criticó hoy a la dirección de la factoría que General Motors (GM) tiene en la localidad zaragozana de Figueruelas por continuar los recortes laborales después de recibir dinero público.
En el transcurso de una rueda de prensa en Zaragoza, Fernández Toxo opinó que "determinadas ayudas" del sector público deberían vincularse a ciertos "compromisos" sociales.
A esto añadió que la firma "no puede perjudicar a los trabajadores –con un segundo ERE– cuando, por otro lado, está recibiendo recursos de los impuestos de la gente". Toxo manifestó sus dudas de que GM haya sorprendido al Gobierno autónomo con sus últimas decisiones.
Por su parte, el secretario general de CC.OO.-Aragón, Julián Buey, acusó a la dirección de la planta de practicar el "chantaje" haciendo uso de la importancia estratégica de la fábrica de Figueruelas, que da empleo directamente a unos 7.500 empleados y, además, ha favorecido la aparición, hace varios lustros, de numerosas empresas que le abastecen y que dan empleo a otros 7.500 obreros a lo largo de la ribera alta del Ebro, en la provincia de Zaragoza.
Julián Buey lamentó el "poder coactivo" que, por estos motivos, tiene GM en Aragón. Asimismo, aplaudió la concesión, el pasado mes de diciembre, de un aval del Gobierno de Aragón a GM España por valor de 200 millones de euros para asegurar la fabricación del Meriva en Figueruelas a partir de 2010, pero consideró que, a cambio, la dirección de la fábrica "debería haber contado con los trabajadores" a la hora de adoptar ciertas medidas.
El dirigente de CC.OO. apostó por mejorar el diálogo en las relaciones laborales e insistió en la necesidad de que todos los ERE sean pactados, no como ocurrió en GM, donde "al final tienen el aval y han impuesto un expediente –de regulación de empleo– que no nos gusta".
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