Los padres terciarios capuchinos de la ciudad de Teruel confían en que el título de albañilería que imparten ayude a los 22 alumnos inscritos este curso (2008/2009) a encontrar un empleo, pese a la crisis, según declaró a Europa Press el padre José María Simón.
Este año "será más difícil" que en otras ocasiones, reconoció Simón, quien indicó que, pese a todo, al realizar 100 horas de trabajo en empresas de la construcción, como prácticas obligatorias para aprobar el curso, "conociéndoles, si de verdad hay trabajo" podrían encontrar empleo.
El sacerdote comentó que la ventaja de estos alumnos es que, una vez concluido el curso, disponen de un título reconocido por el Gobierno de Aragón y la Unión Europea (UE), que también les sirve "en Alemania y Francia", lo que se convierte en un elemento favorable.
Además, "no les lo mismo que les enseñen aquí que llegues a una obra y no sepas nada". También les enseñan cómo redactar un curriculum, cómo realizar una entrevista de trabajo y cómo expresarse correctamente.
José María Simón indicó que la escasez de trabajo en la capital turolense ha disparado el número de solicitudes para realizar este curso, homologado por la Unión Europea (UE). De hecho, en lugar de los 15 alumnos que había en otras ediciones, este año hay 22 inscritos.
Se trata de chicos y chicas "apeados del sistema escolar, que no les va, y tampoco encuentran trabajo", explicó José María Simón, quien añadió que "siempre hemos tenido alguno que, después, se ha reincorporado al sistema escolar", ya que "tienen aún edad para estudiar".
Los terciarios capuchinos de Teruel imparten cursos de cualificación profesional desde hace varios años y en otras ediciones los han impartido sobre viveros y jardines (2006/2007) y pintura y decoración (2007/2008).
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