Cordorníu ha fichado al ingeniero industrial Pere Escolar como el primer director de producción y operaciones ajeno a la familia Raventós en toda la historia de la compañía, ya que Antón Raventós i Raventós deja el cargo, según han confirmado a Efe fuentes cercanas a esta empresa de vinos y cava.
Portavoces de Cordorníu han declinado hacer declaraciones al respecto, pero las fuentes cercanas a la empresa antes mencionadas han detallado que Escolar se incorporó a Codorníu el pasado 2 de enero.
Escolar, de 47 años, es ingeniero industrial y antes había trabajado en Yamaha y Eurosit-Johnson Controls, y en Cordorníu controlará las áreas de producción, logística, ingeniería, mejora de procesos y compra, y reportará directamente al director general, Xavier Pages.
Este nuevo directivo se suma a la línea de profesionalización que la compañía lleva iniciada en los últimos años y que se refleja en que el propio Xavier Pages ya no es de la familia Raventós.
El cambio ha sido progresivo y en los últimos años los Raventós sólo ocupaban la dirección de relaciones institucionales (Magí Raventós) y de producción, que ahora deja Antón Raventós y que históricamente siempre había estado gestionada por los fundadores.
Antón Raventós deja su puesto por voluntad propia, según las fuentes del sector consultadas, para dedicarse a sus empresas, entre ellas un importante grupo del sector hortofrutícola y una sociedad vinculada a la actividad de transporte que preside.
Antón Raventós pertenece a una de las cinco ramas de la familia Raventós, que con más de 200 accionistas controla Codorníu a través de la patrimonial Unideco, la misma rama a la que pertenece Magí Raventós, quien encabezaba las máximas responsabilidades de la compañía cuando se inició la denominada "guerra del cava" en la década de los 90.
No es el único miembro de la muy numerosa familia Raventós que opta por negocios particulares, y así en 2006 Ramón Raventós Basagoiti, accionista de Cordorníu, compró la empresa de cavas Parxet por 20 millones de euros, tras lo cual su padre tuvo que dejar el consejo de administración de Codorníu.
El director de producción saliente ya había apostado por la línea de profesionalización de Cordorníu, siendo el ejemplo más evidente el fichaje de Arthur O’Connor, un australiano que asumió la dirección enológica de todas las bodegas del grupo hace año y medio.
Cordorníu posee bodegas en Sant Sadurní d’Anoia (Codorniu), Raimat, Haro (Bodegas Bilbaínas), Bellver de Cinca (Nuviana), Curiel del Duero (Legaris), Cervelló (Rondel), Sant Esteve Sesrovires (Bach), Scala Dei, Poblet, Napa, en California (Artesa) y Mendoza, en Argentina (Bodega Séptima).
Cordorníu es el segundo fabricante de cava de España por volumen después de Freixenet y, según los últimos datos disponibles, el grupo factura más de 200 millones anuales.
En Cordorníu el negocio de vino tranquilo representa actualmente más del 30% del total de las ventas, pero la intención del grupo es incrementar este porcentaje por entender que el vino deja más margen que el cava, el producto tradicional de la empresa.
En el 2007 Cordorníu realizó sus última compra destacada, la de la firma A.V. Imports, empresa importadora y distribuidora de vinos con sede en Baltimore (Estados Unidos), a los socios fundadores de la compañía, Ron Wollman y Albert Pecora, para consolidar su posición tanto en el mercado norteamericano como en el sector vinícola internacional en general.
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