Miembros moderados de la junta del dividido Sindicato de Actores de Pantalla podrían intentar remover la próxima semana a los negociadores a los que consideran muy conflictivos y cancelar una votación sobre una huelga en las charlas por un contrato con los estudios.
Aunque el respaldo del sindicato a la votación por la huelga parece haber disminuido debido al empeoramiento de la crisis económica, aún es incierto el resultado de la reunión clave de dos días de la junta de directores del Sindicato de Actores de Pantalla (SAG, por su sigla en inglés) que comienza el lunes en Los Angeles.
Los 120.000 miembros del SAG no han tenido un contrato de cine y televisión desde que su antiguo acuerdo expiró el 30 de junio, horas después de que los estudios presentaron a los negociadores del sindicato lo que dijeron era su última oferta.
El acuerdo esencialmente copia los términos que aceptaron varias otras agrupaciones laborales de Hollywood, entre ellos un sindicato de actores más pequeño, la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión.
Pero el SAG y los estudios siguen enfrentados por temas tales como la determinación del pago que deberían recibir los actores por su trabajo distribuido en internet.
Expertos laborales y de la industria dicen que es improbable que los líderes del SAG sigan adelante sin una votación que pida una autorización formal de los miembros del sindicato para convocar una huelga si fuese necesario.
La capacidad de negociación del SAG podría verse disminuida si se procede con la votación para autorizar la huelga y no se consigue la mayoría necesaria del 75 por ciento.
"No parece que puedan contar con obtener tal cantidad de votación si quisieran solicitar la autorización de huelga. Y si no puedes conseguir ese respaldo, es una medida muy arriesgada", dijo Mike Asensio, un abogado de Ohio que se especializa en disputas laborales.
Una fuente de la junta del SAG, que habló bajo condición de anonimato, dijo que en este momento la probabilidad de convocar una votación sobre la huelga es "extraordinariamente pequeña".
También está en duda si el director ejecutivo del SAG y su principal negociador, Doug Allen, mantendrá su cargo.
Muchos de los miembros moderados del sindicato acusan a Allen y al presidente del SAG Alan Rosenberg de manejar mal las negociaciones de contrato con los grandes estudios que han permanecido estancadas durante meses.
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