El jefe provincial de Tráfico de Lugo, Julio González, admitió ayer que "personal y profesionalmente" existe un "ambiente desastroso" en la dirección provincial tras la detención de una funcionaria que se dedicaba supuestamente a facilitar el impago de multas.
Esta investigación la puso en marcha el Juzgado de Instrucción Número 3 de Lugo, bajo cuya dirección fueron detenidas el mes pasado una funcionaria y dos particulares y se realizó un exhaustivo registro en las oficinas de la jefatura.
No obstante, Julio González manifestó que equiparaba esta actuación con "una purificación que hay que hacer de vez en cuando en ciertos procedimientos de cierta gente".
"Llevamos muchos años trabajando en lo mismo, sobre cientos de miles de expedientes y, en cierto modo, todo el mundo se acostumbra a confiar en alguien, por lo que de vez en cuando no está mal que pensemos que hay que revisar la cosas", subrayó. Además, puntualizó que "por desgracia", en la administración en ocasiones es incompatible la eficacia con la rapidez.
Asimismo, González dijo que la funcionaria continúa trabajando, ya que la jueza que instruye el caso "no quiso realizar una suspensión cautelar y está en la jefatura". Finalmente, declinó precisar si continúa desarrollando el mismo trabajo con anterioridad a su detención.
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