El proyecto benéfico que entrega ordenadores portátiles a niños de países en desarrollo despedirá a la mitad de sus trabajadores, unos 30, por la crisis económica mundial.
Además, los salarios de los 32 trabajadores que permanecerán en sus cargos en la fundación ‘Un portátil para cada niño’ será reducido, dijo Nicholas Negroponte, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en sus siglas en inglés) y fundador del proyecto.
El proyecto benéfico que entrega ordenadores portátiles a niños de países en desarrollo despedirá a la mitad de sus trabajadores, unos 30, por la crisis económica mundial.
‘Como muchas otras organizaciones benéficas que se enfrentan a los difíciles tiempos económicos, ‘Un portátil para cada niño’ se reducirá para mantener sus costes en línea con los menores recursos financieros’, dijo en un comunicado en su blog.
El grupo reenfocará sus operaciones, separando a una organización que promueve la venta de ordenadores de bajo coste en América Latina y centra sus esfuerzos en países como Afganistán y Pakistán, añadió.
El programa financia las computadoras de 100 dólares a través de donaciones y las vende a gobiernos locales u organizaciones, que llevan las máquinas a los niños.
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