Dell, que se considera el mayor exportador de Irlanda, la mayor tecnológica y la segunda mayor empresa en general, informó el jueves de que va a trasladar la producción de sistemas informáticos para clientes en Europa, Oriente Próximo y África a su planta polaca y a socios terceros.
El fabricante número dos mundial de ordenadores reducirá casi la mitad de los 3.000 empleos en su fábrica en el oeste de Irlanda y se llevará muchos de ellos a Polonia.
La decisión, que implica el recorte de 1.900 empleos, es parte de un plan de reducción de costes de 3.000 millones de dólares anunciado el año pasado y supone un gran revés para la economía irlandesa.
Además llega tres días después de que Waterford Wedgwood, una de las principales marcas de lujo del país, pidiera concurso de acreedores.
Dell es un importante creador de empleo en Limerick, una zona relativamente empobrecida, y miles de empleos secundarios vinculados con el gigante estadounidense también podrían estar en peligro.
El año pasado, Irlanda, que basó gran parte del ‘boom’ del ‘tigre celta’ en los 90 en multinacionales de tecnología, fue la primera economía de la eurozona que entró en recesión. Los economistas esperan que el desempleo supere el 10 por ciento a finales de año, frente al 6,3 por ciento del primer trimestre de 2008.
Dell recortó más de 8.000 empleos el año pasado, y ha tenido dificultades para recuperar cuota de mercado perdida ante su rival de mayor tamaño, Hewlett-Packard. También dijo el año pasado que deslocalizaría más producción para recortar costes.
La compañía con sede en Round Rock, Texas, ha caído detrás de sus rivales a la hora de tener un sistema eficiente para construir ordenadores portátiles.
Las contratas de fabricantes pueden normalmente producir ordenadores por menos dinero porque todas las operaciones están centradas en encontrar una producción eficaz, a diferencia de grandes empresas como Dell, que deben equilibrar la publicidad y otras cuestiones.
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