Un total de 7,8 millones de trabajadores llegados a las ciudades desde el campo en los últimos años se han visto obligados a regresar a casa ante el aumento del desempleo en las fábricas, según un estudio del que se hizo eco ayer la web ‘Sichuan online‘.
De acuerdo con el informe, elaborado por el Ministerio de Agricultura y el Departamento Nacional de Estadísticas, la cifra representa el 6 por ciento de los alrededor de 130 millones de trabajadores emigrados desde otras provincias existentes en todo el país.
Las cifras no coinciden exactamente con los datos ofrecidos por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, sobre los que informó ayer el periódico ‘Shanghai Daily‘. El Ministerio señala que a finales de noviembre habían regresado a casa 4,85 millones de obreros.
La mayoría de ellos había estado trabajando en provincias como Cantón, Jiangsu, Fujian, Shandong o la municipalidad de Shanghai, y habrían optado por regresar a sus lugares de origen (provincias como Sichuan, Hebei, Anhui, Jiangxi, Hubei y Hunan). Según el Ministerio, en algunas ciudades las oportunidades laborales han caído un 10 por ciento.
Pero los datos, por otro lado, tampoco coinciden con los facilitados por la revista ‘Caijing‘, que cita una fuente anónima del Ministerio e indica que, en realidad, los trabajadores que han tenido que volver a sus hogares ascienden, de hecho, a 10 millones, y que el monto de la llamada "población flotante" se sitúa en 140 millones.
Mientras la antigua población rural se ve obligada a regresar al campo, las perspectivas laborales no son mucho mejores para los trabajadores cualificados. Los datos hechos públicos esta semana por la Academia de Ciencias Sociales de China muestran que más de seis millones de universitarios se licenciarán y buscarán su primer empleo el año que viene, y que la cuarta parte, es decir, 1,5 millones, tendrán serios problemas para encontrarlo.
Este escenario, según alerta un experto citado por el ‘Diario del Pueblo’, el periódico oficial del Partido Comunista de China, puede generar un clima más traumático que durante la crisis financiera asiática. "La situación del empleo puede ser peor que en los años noventa. Esta vez los universitarios no encuentran trabajo, y se trata de muchas personas", afirma Chen Guangqing, de la Asociación Nacional de Educación Vocacional.
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