Tienen mejor puesto, más responsabilidades y ganan mucho más dinero. Son los temidos jefes. Supuestamente años de duro trabajo, mucha paciencia y en ocasiones, hasta un golpe de suerte, son los ingredientes de la receta mágica para traspasar la línea que les separa de un empleado normal.
Pero, ¿de verdad sólo ellos podrían hacer su trabajo? Según una encuesta realizada por Monster.es, portal de búsqueda de empleo online, la mayoría de los empleados creen que ellos mismos desempeñarían mejor las labores de sus jefes. Un abrumador 74% de los encuestados respondió que sí a la pregunta “¿Crees que serías capaz de hacer el trabajo de tu jefe mejor que él/ella?”, frente a un escaso 25%, que mantiene que no, que sólo su jefe podría hacer ese trabajo.
¿A qué se debe esta gran mayoría? Las razones pueden ser varias: desde una excesiva confianza del encuestado, que piensa que el puesto del jefe está sobrevalorado, hasta un trabajador frustrado por no poder ascender en la empresa a pesar de considerar que tiene méritos de sobra para hacerlo.
Covadonga Soto, directora de Marketing de Monster.es, lo tiene claro. “Un empleado debe demostrar por qué se merece ascender gracias a una serie de cualidades que, con un poco de empeño, puede tener todo el mundo. La persona tiene que dedicarse en cuerpo y alma al trabajo, amar su profesión y probar que puede dirigir a un equipo no sólo profesional, sino también humano, lo que no siempre es sencillo”.
Monster.es aconseja a los empleados que no desesperen en el intento de conseguir un día un puesto mejor porque el trabajo duro al final tiene su recompensa. Para ello, da a los empleados cinco pautas clave a tener en cuenta.
- Interés por la empresa: Es imprescindible demostrar interés por la empresa en general. El jefe además de un trabajador más de la compañía, coordina y dirige otros departamentos.
- Trabajo en equipo: Respeto, tolerancia y paciencia son tres palabras que todo jefe tiene en mente porque la empresa no la conforma una sola persona, sino a un equipo de trabajadores.
- Saber liderar: Para ganarse el respeto de los empleados hay que demostrar que además de ser un jefe apto y competente, eres también una persona cercana.
- Por el bien de la compañía: Los beneficios propios pasan siempre a un segundo plano. Lo importante es el bien de la compañía.
- Sí a las nuevas oportunidades: No se debe tener miedo a los cambios y hay que saber aprovechar las ocasiones de crecimiento y desarrollo profesional, mirando siempre al futuro.
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